Demasiados lujos. Que no se quejan tanto los jóvenes de ahora. En la época que me compré un piso (estoy hablando del año 1976) pagamos exactamente lo mismo que ahora, la mitad del sueldo. Valían menos, sí, pero ganábamos una miseria. Eso sí, no nos íbamos de findes ni de vacaciones ni nada , pero al final tuvimos el piso. Ana

Parezco la propietaria. Arreglo los electrodomésticos, desatasco las tuberías, pinto las paredes, soluciono los problemas con los vecinos, ¡y hasta acudo a las reuniones de la comunidad! Bueno, hay una cosa que sí hace mi casera, y además sin falta: cobra necesariamente cada primero de mes. Alicia

Fiestas de vecinos. Llevamos años aguantando a los vecinos de arriba. No madrugan, hacen vida nocturna y no ven que hay gente que trabaja. Estoy harta de fiestas. María (Sevilla)

Esperando una vivienda. Llevo pagando mi casa desde el año 1999 y todavía no me la han entregado. Lo último que me dijeron es que me tengo que esperar, por lo menos, hasta 2010. Eso sí, nuestros políticos siguen cacareando que en los nuevos desarrollos urbanísticos del sureste de Madrid vivirán más de 220.000 personas. Yo me pregunto: ¿cuándo?, ¿algún día estarán acabadas nuestras casas? Alberto (Madrid).

Que la cambien.Hacía tres años que no alquilaba mi piso, desde que di con un moroso que además me destrozó la casa. Hace unos meses me acogí al arbitraje para solucionar los posibles problemas. Pues bien, los problemas se han presentado y el arbitraje no me ha servido de nada. Mi moroso sigue en casa disfrutando de lo que es mío y no le puedo echar. Que no busquen parches y que cambien la ley de una vez. María Teresa (Valencia).

No a las antenas. Me gustaría decir que instalar una publicidad o una antena de teléfonos en un edificio de viviendas no es tan bonito como lo pintan. La mayoría de los vecinos sólo piensa en el beneficio económico que van a tener, pero hay que pensar también en los riesgos. Juanjo (Madrid)

Sigue sin despegar. Hace ya dos años que me mudé a mi nueva casa, en un antiguo barrio industrial que, según la promotora, enseguida empezaría a despegar, porque ellos mismos acababan de comprar el resto de los terrenos. Bueno, pues lo único que ha despegado ha sido la criminalidad, porque sigue estando desierto. Me siento engañado. Cesc (Barcelona).

Cuentas trampa. Hace ya tres años que me abrí una cuenta vivienda con la sana ilusión de echar a volar del nido. Ahora veo que los precios han ido subiendo mucho más que mi capacidad adquisitiva y el tiempo se me acaba. Como sigan así las cosas, nunca podré tener casa propia. Blanca (Madrid).

La multipropiedad. Es un sistema que me gustó desde el principio, eso de poder tener una casa dos semanas al año era un lujo cuando no tenía dinero para comprar una casa de veraneo. Los problemas vienen ahora, después de quince años, cuando no me dejan venderlo. Me dicen que me comprometí por treinta años. Encima no puedo hacer nada, porque es legal. Mario (Valladolid).

Renta antigua. Es una vergüenza que este tipo de alquiler siga existiendo en nuestro país. Pero, ¿a quién beneficia, además de a los que pagan diez euros al mes por una casa? ¿Por qué no lo cambian? Es profundamente injusto. María José (Sevilla).

Buscando una solución. Mi marido y yo llevamos cinco años esperando una vivienda por la cual he pagado ya cerca de 60.000 euros. Después de todo este tiempo, mi promotora todavía no me ha dado una solución y a estas alturas vivo de alquiler. Mis sueños y mi vida independiente se han truncado gracias a esta empresa, que sólo ha querido lucrarse con nosotros. Raquel (Barcelona).

¡Vivan los minipisos! Soy estudiante y trabajo a tiempo parcial. No gano mucho dinero, así que opté por vivir en un minipiso de esos que pretende fomentar la ministra; eso sí, más viejo que ella. Desde entonces estoy encantado. ¿Para qué vivir en 100 metros cuadrados si luego no paso por casa? Además, mis 30 metros se limpian en un momento. Manuel (Vigo).

No aguanto los ruidos. Me parece estupendo que exista una normativa contra el ruido en las ciudades, que los bares consideran muy restrictiva. Pero ¿cuándo la van a aplicar? Llevo más de tres meses llamando a la Policía sistemáticamente por los ruidos de mi vecino y aquí nadie hace nada. Rosario (Alicante).

Quiero problemas. Me encantaría tener problemas con mi casa, porque eso significaría que tengo un techo propio. Pero me parece que mientras sigan así las cosas y no haya voluntad de cambio, nunca lo conseguiré. José Miguel (Madrid).

Anteriores al 30 de abril 

Derecho constitucional. Llevo ya dos años intentando encontrar casa, pero es misión imposible. Creo que la vivienda es un derecho constitucional, por lo que el argumento de la oferta y la demanda no me vale. El Gobierno debería implicarse más en el control de los precios. Alfonso (Madrid).

Abandonado. Soy una propietaria del centro que tiene que soportar todos los fines de semana los ruidos y la suciedad, no sólo de los bares que abren hasta las tantas, sino de los botellones, que no han acabado. ¿Para cuándo una ley para proteger el patrimonio del centro? Está abandonado. Amparo (Valencia).

¿Hasta cuándo? Llevo desde los 18 años trabajando y más de cinco buscando un piso de protección oficial que parece que no existe para mí. ¿Hasta cuándo voy a tener que esperar? Luis (Valladolid).

Faltan ayudas. He trabajado durante 42 años, soy minusválido y no tengo patrimonio, pero jamás me han concedido ayudas para el alquiler de vivienda ni el derecho a acceder a una vivienda protegida. ¿Para quienes son esas ayudas que tanto propagan, pero que no cumplen? Me parece que lo que hay es demasiada corrupción en este país. Ángel (Valladolid).

Desprotegidos. Me parece muy bien que ayuden a los alquileres, pero lo mismo deberían hacer con los propietarios, que como ciudadanos y contribuyentes tienen el mismo derecho. Yo tengo expuesto mi capital y estoy proporcionando un techo para vivir a otros, pero estoy totalmente desprotegida ante un posible impago del alquiler o ante los desperfectos. Alicia (Valencia).

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