Conductores y comerciantes de Ciempozuelos protestan por la peatonalización de una plaza

  • Algunos vecinos defienden la inciativa.
  • "Puedo salir a pasear con el carrito del bebé", cuenta encantado Amelio Ripoll, de 32 años y padre primerizo.
  • Buena parte de los vecinos de Ciempozuelos, usaban la plaza como "atajo" por el que cruzaban para llegar a la otra parte del pueblo.
Sergio Lozano (izqda.) y Chencho Carrasco, dos vecinos de Ciempozuelos con posturas enfrentadas sobre la peatonalización de la plaza.
Sergio Lozano (izqda.) y Chencho Carrasco, dos vecinos de Ciempozuelos con posturas enfrentadas sobre la peatonalización de la plaza.
Jorge París
Sergio Lozano (izqda.) y Chencho Carrasco, dos vecinos de Ciempozuelos con posturas enfrentadas sobre la peatonalización de la plaza.

Es la plaza de la Constitución, pero lejos de lograr el consenso entre los vecinos, sus obras de peatonalización han sembrado la polémica en Ciempozuelos (22.656 habitantes), donde la decisión municipal de cerrarla al tráfico ha enfrentado a los residentes.

"Puedo salir a pasear con el carrito del bebé", cuenta encantado Amelio Ripoll (32 años y padre primerizo). Algo parecido a lo que opina Francisco González, un transportista jubilado de 65 años que recuerda como "antes no se podía pasar y había coches por todas partes". Ahora espera con impaciencia a que llegue el verano "para que pongan las terrazas en la plaza", afirma.

Pero no todo son alabanzas a la decisión. Buena parte de los vecinos de Ciempozuelos, los que viven lejos del centro, usaban la plaza como "atajo" por el que cruzaban para llegar a la otra parte del pueblo. Ahora tienen que "dar un rodeo".

La división ha llegado también a los comercios, donde muchos exhiben carteles en los que se lee "¡Reapertura ya!". Una opinión que no comparte Sara Leal, la farmacéutica, que está encantada: "Antes yo tenía un escalón que impedía que mis clientes discapacitados pudieran llegar a la farmacia. Ahora no hay barreras, todo es plano y la plaza ha quedado más bonita".

Por su parte, el Ayuntamiento no entiende la polémica y asegura que "la obra potenciará la vida del municipio y el comercio de la plaza". Además, insisten en que se han respetado las directrices de Patrimonio y el enlosado de la plaza se ha hecho con piedra blanca y no granito. Mientras tanto, sus detractores quieren que la alcaldesa la abra al tráfico de lunes a viernes y la cierre el fin de semana.

A FAVOR: "Me gusta mucho cómo ha quedado"

Sergio Lozano. 32 años, sector seguridad. "Vivo antes de llegar a la plaza, me muevo andando y no necesito coche, por lo que no me molesta para nada que la hayan cerrado al tráfico. Creo que ahora está mucho más bonita y que ha quedado muy bien, a mí me gusta mucho. Yo tengo un niño pequeño y desde que es peatonal puedo traerlo a la plaza a pasear sin preocuparme por los coches o por si lo van a atropellar. Es más cómodo".

EN CONTRA: "No tengo dónde aparcar. Me multarán"

Chencho Carrasco. 23 años, sector financiero. "Estoy en contra por muchos motivos. Sobre todo porque para llegar a algunos puntos del pueblo acortabas si entrabas por la plaza, ahora te obligan a dar una vuelta tremenda. Y yo no puedo venir andando porque vivo a las afueras. Además, cuando llego..., ¿dónde aparco para echar la lotería? Lo he dejado mal y me van a multar. Ahora no puedes llegar con sencillez a hacer gestiones".

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