'Olvídate de Nick': La directora más dura de Alemania se pasa a la comedia

Una de las cineastas europeas más importantes de Europa ha vuelto a ponerse tras la cámara... y, esta vez, es para hacernos reír. Te contamos quién es y por qué mola tanto
'Olvídate de Nick': La directora más dura de Alemania se pasa a la comedia
'Olvídate de Nick': La directora más dura de Alemania se pasa a la comedia
'Olvídate de Nick': La directora más dura de Alemania se pasa a la comedia

En Nueva York, la historia de dos mujeres va a dar lugar a una colisión de las que hacen época. Maria (Katja Riemann) era profesora hasta que decidió dedicar su tiempo a su familia, y Jade (Barbara Bølso Berdal) trabaja en el mundo de la moda: ambas no tienen nada en común entre ellas... salvo un ático de lujo y un hombre (Aluk Bilginer) que abandonó a la primera para irse con la segunda. Esa es la premisa de Olvídate de Nick, la película en la que Margarethe Von Trotta sigue adelante con las premisas de su filmografía: historias de amor traicionado, retratos de mujeres fuertes, situaciones al límite... pero con una 'pequeña' salvedad: es una comedia.

¿Por qué una pionera del cine feminista como Von Trotta ha decidido hacernos reír? Pues vete a saber, pero no vamos a andarnos con miramientos tratándose de esta señora, con una carrera de cuatro décadas y varias obras maestras en el currículum. Con su ahora ex marido, Volker Schlondorff (El tambor de hojalata), Margarethe Von Trotta debutó a lo grande en 1975 con El honor perdido de Katarina Blum, una película que adaptaba la novela de Heinrich Boll sobre una mujer acusada de terrorismo. Tanto el filme como el libro son imprescindibles, y dan una buena idea de cómo era la tremebunda Alemania de los 70 (la de la Fracción del Ejército Rojo, la prensa amarilla de Axel Springer y el krautrock) a través de una historia con mucho de drama y mucho de thriller.

El estreno de Katarina Blum consagró a Von Trotta como uno de los nombres más importantes del Nuevo Cine Alemán, y por lo tanto como compañera de Alexander Kluge, Rainer Werner Fassbinder Werner Herzog. Sólo que menos hermética que el primero, menos excesiva que el segundo y... bueno, decir "menos loca que el tercero" es una redundancia, porque gente tan majara como Herzog hay poca en este mundo. Durante los 80, la carrera de nuestra directora siguió adelante con lo suyo: terrorismo (Las hermanas alemanas), dramas desgarradores sobre la condición femenina (Locura de mujer) y también retratos de mujeres ilustres, una especialidad suya que tuvo su primer ejemplo en Rosa Luxemburg (1986).

Cuando Margarethe Von Trotta quiere ponerle cara a una señora que hizo historia, su opción es siempre la misma: Barbara Sukowa. Esta actriz, que se las vio también con Fassbinder en bastantes rodajes y que ha hecho pinitos en Hollywood (Atómica, la serie 12 Monkeys) ha sido su elección para protagonizar dos de sus obras maestras. En Visión (2009) le puso cara a Hildegarda de Bingen, compositora, médico y monja visionaria, mientras que en Hannah Arendt (2012) retrató a la filósofa y periodista durante el juicio del jerarca nazi Adolf Eichmann en Israel. Un juicio del cual Arendt extrajo una inquietante conclusión: lo peor del III Reich fue que sus responsables no eran supervillanos, sino simples burócratas.

Con estos precedentes, alucina pensar que Von Trotta se haya pasado a la comedia. Pero, a sus 75 añazos, tiene el derecho de hacer lo que quiera mientras le duren las energías. Nosotros nos quedamos con sus películas… y con las risas.

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