"Se demostrará mi inocencia y la de todos". Así de rotundo se muestra en una entrevista con el expresidente balear Jaume Matas (PP) respecto a su imputación en la pieza del caso Palma Arena que investiga el proyecto de palacio de la ópera que encargó al arquitecto valenciano Santiago Calatrava en la pasada legislatura.

Matas, para quien el fiscal reclama una fianza civil de 1,6 millones de euros por los delitos de prevaricación, fraude y malversación, asegura que volvería a encargar este proyecto porque fue una idea "acertada" y rechaza que tuviera un fin electoralista, ya que de ser así "se podría haber planificado de una forma más inteligente".

El exministro de Medio Ambiente con José María Aznar defiende la legalidad de la contratación de Calatrava, también imputado en la causa, y opina que un Govern balear podrá "hoy o dentro de diez años" ejecutar este proyecto. "Vale mucho dinero (1,2 millones), pero es nuestro, lo hemos pagado", sostiene.

En la entrevista, en la que sólo ha querido contestar a las preguntas sobre este asunto, Matas expresa su respeto al trabajo de la Justicia y del juez del caso Palma Arena y considera que el fiscal anticorrupción le acusa "por desconocimiento" y que, tras su declaración judicial de ayer, espera que rectifique.

Matas defiende la correcta actuación de su gobierno respecto a esta iniciativa, que se otorgó sin concurso público. Para el expresidente del PP balear, el negociado fue lícito porque era la única manera de poder contratar directamente a Calatrava, tal y como tenía planeado desde 2006.

"Si usted quiere comprar un Calatrava, sólo hay una persona que se lo pueda vender, y es Calatrava", indica, y ante la pregunta de por qué eligió precisamente este arquitecto, responde que fue "una decisión muy meditada" porque sólo él, como arquitecto, ingeniero y artista, podía idear la obra arquitectónica.

El proyecto, argumenta, no se limitaba a la construcción de un centro de arte escénicas sino a la reordenación del Muelle Viejo de Palma, una zona que considera infrautilizada, ya que en la actualidad se usa para el tráfico de contenedores y reparación de barcos deportivos.

Jaume Matas confía en que algún presidente de la comunidad, "hoy o dentro de diez años", retome el proyecto porque es una obra cargada de futuro para la capital balear y ofrece una oferta de calidad complementaria al turismo de "sol y playa".

La Junta Electoral prohibió el acto en el que Calatrava debía mostrar sus ideas sobre el palacio de la ópera y la reordenación de una parte de la bahía, dado que se pretendía hacer a pocas semanas de las elecciones de mayo de 2007, pero Matas dice que es "absurdo" afirmar que su intención fuera electoralista.

"Si se hubiera hecho con fines electorales, creo que se podría haber planificado de una forma más inteligente porque, al fin y al cabo, al final no se pudo presentar", insiste. La fianza reclamada, relata, es su "calvario" ya que recuerda que todos sus bienes, y los de su familia, están hipotecados por la fianza penal de tres millones de euros que ya le impuso el juez José Castro para eludir la prisión.

Confía en que el fiscal retire su petición tras su comparecencia de ayer: "Mi reacción de pedir la declaración voluntaria es para aclarar los malos entendidos o interpretaciones que el fiscal pueda tener para que pueda, quizás, rectificar su postura inicial", asevera.