Los invernaderos andaluces, con una producción anual de, aproximadamente, 2,5 millones de toneladas es la zona de producción hortofrutícola más activa de España, que nutre al 30 por ciento de los mercados europeos, llegando incluso hasta el 80 por ciento durante los meses invernales, lo que supone que con lo que se produce se abastece a 500 millones de habitantes con casi cinco kilos de frutas y verduras para cada uno de ellos.

Según ha explicado Hortyfruta en una nota, la explicación a la capacidad productora andaluza se debe a las condiciones climatológicas del sur de Andalucía, y más concretamente del área oriental (Almería y Granada), considerada como la mayor reserva invernal de luz solar de Europa.

"Luz y temperatura, dos de los elementos climatológicos básicos para el crecimiento de cultivos, se reciben sobradamente en los invernaderos, lo que propicia que el sur de España se haya convertido en la despensa invernal de Europa en cuanto a productos hortofrutícolas", ha apuntado la gerente de la Organización Interprofesional de Frutas y Hortalizas de Andalucía, María José Pardo.

Alemania constituye el principal mercado consumidor de estos productos (con 345.499 toneladas exportadas), le sigue Francia con 217.000, Países Bajos con 134.000 y Reino Unido con 112.000. La interprofesional mantiene que estos mercadosapuestan cada vez más por un abastecimiento estable y de calidad durante todo el año, algo que sólo encuentran en la producción del sur de España durante los meses de invierno.

Aunque la exportación es testimonial, los productos hortofrutícolas andaluces llegan también a degustarse en mercados tan alejados como Canadá, Emiratos Árabes Unidos, Rusia o Finlandia. Los sistemas de conservación en cámaras frigoríficas, que mantienen el producto en óptimo estado y preservan todos los nutrientes intactos, así como la rapidez en los transportes, han propiciado que un producto recolectado a primera hora de la mañana pueda estar disponible en los lineales de los supermercados de medio mundo en cuestión de horas.

Aparte de las buenas condiciones climatológicas que se dan en el sur de Andalucía, hay otro aspecto que, durante los últimos años, ha avivado el salto internacional. Se trata del control biológico, una técnica que sustituye la aplicación de productos químicos para acabar con las plagas por el empleo de fauna auxiliar, es decir, micro insectos que actúan como depredadores naturales de las plagas. El resultado, según explica Pardo son frutas y hortalizas "más saludables, respetuosas con el medio ambiente y llenas de sabor; algo que se premia en los países con poca influencia agrícola".

Según las cifras que maneja la Organización Interprofesional de Frutas y Hortalizas de Andalucía, a comienzos de la presente campaña, un total de 24.153 hectáreas de cultivo de invernadero están sometidas a técnicas de control biológico, un hito que marca una diferencia fundamental con las técnicas agrícolas empleadas en otras zonas de España y de medio mundo.

El principal producto que se exporta es el tomate, acorde con su mayor superficie de producción, 11.230 hectáreas en la presente campaña, una extensión muy superior a la destinada a otros cultivos como el pimiento (8.040 hectáreas), pepino (7.200 hectáreas), calabacín (4.850 hectáreas) y berenjena (2.064 hectáreas). De las 697.498 toneladas de tomate producidas bajo abrigo, 464.000 se destinaron al mercado internacional, siendo Alemania el principal consumidor con el 26 por ciento de la cuota exportada, seguido de Francia, que aglutina el 18 por ciento de las exportaciones. El valor de las exportaciones de este producto ascendió a más de 520 millones de euros.

El segundo producto más exportado es el pimiento cuya producción total asciende a 443.259 toneladas, de las que 250.000 se van al extranjero. Alemania revalida el liderazgo en la adquisición de esta hortaliza, cuya importación ascendió a cerca de 92.000 toneladas, lo que supone el 30 por ciento de las exportaciones de este producto. Entre Italia, Francia, Países Bajos y Reino Unido se reparte el 49 por ciento restante.

Circunstancias similares se dan en las exportaciones de pepino, cuyas exportaciones ascienden a 375.000 toneladas, un 62 por ciento de la producción total. También Alemania se posiciona como principal consumidor de esta hortaliza, a donde van a parar el 38 por ciento de las exportaciones. Países Bajos se postula, de lejos, como el segundo comprador, con una cuota de mercado del 16 por ciento seguido de Reino Unido (11 por ciento) y Francia (8 por ciento).