El ciudadano de nacionalidad senegalesa que fue juzgado este martes en la Sala de lo Penal número 1 de Oviedo como autor de un delito contra la propiedad intelectual por vender de forma ilegal copias de cds y dvds en la zona de El campillín ha negado los hechos, aunque ha admitido que trató de huir de los agentes "porque estaba indocumentado".

En el turno de fijación de posiciones, el Ministerio Fiscal ha mantenido la petición de seis meses de prisión por un delito de resistencia, pero ha sustituido la petición de cárcel por el delito contra la propiedad intelectual por una sanción económica, de acuerdo a la última modificación del Código Penal. Además, en caso de resultar condenado, el hombre deberá abonar 180 euros por una falta de lesiones.

Por su parte, la letrada de la defensa ha solicitado para su cliente la libre absolución o, alternativamente, que los hechos sean calificados como una falta de desobediencia. La letrada Ana Taboada, portavoz de la Ruta contra el Racismo y la Represión, ha recriminado que la actuación policial fue "abrupta y desproporcionada" y causó indignación entre los testigos.

Según informaron fuentes jurídicas a Europa Press, en la vista han declarado la agente de la Policía Local lesionada y otros dos agentes que ayudaron a introducir al hombre en el vehículo policial.

Junto a ellos han comparecido en calidad de testigos tres ciudadanos propuestos por la defensa. Siempre según estas fuentes, la primera de ellos ha negado que el hombre vendiera copias piratas y que empujara a la Policía y ha indicado que fueron estos los que le dieron una patada en la pierna para que cayera.

Por su parte, otros dos vecinos han dicho que el hombre no opuso resistencia para entrar al vehículo, puesto que los golpes de los agentes le hicieron perder el conocimiento.

Los hechos

Según la calificación de los hechos del Ministerio Público a la que ha tenido acceso Europa Press, sobre las 11.50 horas del 16 de diciembre de 2007 los agentes le sorprendieron vendiendo copias por valor de 1.140 euros obtenidas "sin autorización ni consentimiento de los titulares de los derechos de propiedad intelectual".

De acuerdo al relato, el imputado se negó a entregar su documentación, empujó a uno de los agentes y trató, sin éxito, de darse a la fuga. Así, "tuvo que ser reducido por los agentes utilizando para ello la fuerza mínima indispensable, resultando el acusado y debido a su comportamiento hostil con contusiones en ambas piernas y rodilla izquierda, sin que conste que éstas se hayan producido de propósito, sino debido a la necesidad de inmovilizarlo, dada su oposición física a ello".

Por su parte, la actitud del hombre llevó a los policías a solicitar el apoyo de otras dos dotaciones policiales, "al serles del todo imposible introducirlo en el vehículo". Como consecuencia del forcejeo, uno de los agentes sufrió un hematoma del que tardó en curar una semana "sin impedimento ocupacional".