La defensa del único imputado por el incendio de Poyatos (Cuenca) ha pedido este martes el sobreseimiento y archivo de la causa, al considerar que no existen pruebas incriminatorias contra al acusado, Lorenzo Ruiz. Además, ha alertado de la existencia de presuntas irregularidades en los informes del SEPRONA.

El pasado mes de noviembre, la defensa solicitó el archivo y sobreseimiento de la causa ante el Juzgado de Instrucción nº 2 de Cuenca, que denegó el archivo por presuntos indicios de culpabilidad y para solicitar un nuevo informe a la Guardia Civil en el que se aclare la hora real de inicio del incendio. Ahora, la defensa del imputado ha recurrido este auto.

En rueda de prensa, el abogado defensor, José María Castilla, ha manifestado que se ha intentado incriminar a su cliente, y afirma que, para ello, se ha llegado incluso a retrasar 'a posteriori' la hora de comienzo del incendio.

En las primeras horas del fuego, según ha dicho, el consejero de Agricultura y Medio Ambiente, José Luis Martínez Guijarro, afirmó que la hora de inicio eran las 14.25 horas, pero unos días después la hora oficial pasó a ser las 16.00 horas, según ha indicado el abogado.

Incluso con este retraso de una hora y media, apoyándose en un informe pericial, Castilla ha asegurado que su defendido no tuvo tiempo material para estar en el lugar del inicio del incendio a la hora oficial de comienzo del fuego.

"Hay testigos que vieron a Lorenzo desde un primer momento en Tragacete a las 15.40 horas y hay testigos que le vieron cortando leña a las 15.50 horas, aproximadamente; si el incendio dicen que se inicia a las 16.00 horas, no entendemos cómo puede tener Lorenzo el don de la ubicuidad. Esto lo tenía que haber aclarado la investigación de la Guardia Civil", ha asegurado.

El abogado se ha apoyado en la labor de la agencia Invesland Detectives para poner en entredicho la investigación realizada por el SEPRONA y por la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente. Los detectives Aitor Sánchez y José Luis Sánchez han subrayado, en rueda de prensa, que a día de hoy no está claro cómo se produjo el fuego, ya que incluso podría haber sido producido por un rayo, según han afirmado.

Además, han dudado de la veracidad de los testigos que la acusación particular ha utilizado para ubicar a Lorenzo Ruiz en el lugar de los hechos, y han considerado que éste ha sido "objeto de una persecución desde el momento que ocurre el incendio".

Según el detective José Luis Sánchez, los testigos "aparecieron" 50 días después del incendio, cuando una persona escuchó en un bar que dos jóvenes estaban en la zona de los hechos el día del incendio y se fue "al cuartel de la Guardia Civil a decir lo que ha oído".

En este sentido, según el informe de los detectives, hubo "pasividad" por parte del grupo de investigación que —según han dicho— no realizaron "ni el trabajo más básico de cualquier investigación como el reconocimiento de la zona o la recogida de pruebas sobre el terreno".

Manifiesto del acusado

El presunto autor del incendio de Poyatos, único imputado en la causa, el maderero Lorenzo Ruiz, ha leído un comunicado en el que se ha declarado "inocente". El imputado ha declinado contestar a preguntas en la rueda de prensa alegando que en su estado de nerviosismo "pudiera decir algo inconveniente".

Así, en su discurso, ha recordado que pasó 100 días en prisión y en ese periodo, ha dicho, "me pasaron cosas muy raras". Según ha leído, durante esos días se presentó en el centro penitenciario de Cuenca un fiscal de Madrid que quería realizar una prueba pero "me negué en redondo a realizarla al margen de la investigación y hoy comprendo que lo que pretendía era generar una prueba falsa junto a otras más, en mi contra".

Ruiz ha indicado que su trayectoria en el sector maderero hace que "ame y quiera al monte", por lo que ha dicho que "nunca se me ocurriría atentar contra mi modo de vida".

El incendio de Poyatos, en la Serranía de Cuenca, afectó a más de 1.800 hectáreas de monte el 21 de julio de 2009.