No es ningún secreto que la crisis económica afecta a los taxistas. Se calcula que han perdido un tercio de sus clientes, pues lo consideran un lujo prescindible, según los propios chóferes. Pero los conductores no solo afrontan la caída del número de usuarios.
El regateo está en auge, según los sindicatos Grup del Taxi Independent y Taxi Anarquía. Las tarifas están reguladas pero cada vez hay más clientes que cogen un taxi con un presupuesto fijo y cuando el taxímetro llega al precio establecido, se bajan del vehículo, aunque no hayan llegado a su destino. Los taxistas sostienen que no es un servicio caro, ya que las tarifas de Barcelona no solo se sitúan en la media española, sino que son más bajas que en ciudades como Tarragona, Teruel o Zaragoza.
Afortunadamente, y a diferencia de urbes como Madrid, en Barcelona no ha aumentado el número de personas que abandonan el taxi sin pagar. Se trata de una práctica que se ha puesto de moda entre los jóvenes de clases adineradas de la capital española cuando salen de fiesta los fines de semana. En la capital catalana también se registran casos de clientes (de cualquier perfil) que se van sin pagar, pero son excepciones, según los sindicatos. Las medidas propuestas por sus colegas de Madrid, como el pago anticipado o tomar el DNI del cliente como garantía, no evitarían el problema.
De las 830 licencias de taxi a doble turno que había en 2005 se ha pasado a 2.575 en 2011 pese al descenso de clientes. De ahí que el Institut Metropolità del Taxi (IMT) haya modificado el reglamento que regula el sector para reducir el número de taxis que funcionan las 24 horas y, así, ajustar la oferta a la demanda.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios