Gobierno vasco mantiene "contacto continuo" con la Embajada para conocer el estado de los vascos en Libia

Un lekeitiarra permanece escondido en casa de unos amigos, a 700 kilómetros de Trípoli

El secretario general de Acción Exterior del Ejecutivo vasco, Guillermo Echenique, mantiene el "contacto continuo" con la Embajada española en Libia para conocer cuántos ciudadanos vascos pueden haberse visto sorprendidos por la revuelta desatada en ese país e interesarse por su estado.

Sin embargo, por el momento tan sólo se tiene constancia de que un vecino de Lekeitio (Bizkaia) se halla a unos 700 kilómetros de Trípoli. Sin embargo, otros medios no oficiales apuntan a que un grupo de guipuzcoanos cercano a las 20 personas se hallarían también en la zona.

El mismo lehendakari, Patxi López, ha dicho, esta pasada noche, en una entrevista a la Cadena SER, haberse interesado por el estado de los posibles ciudadanos vascos atrapados en el país, y ha confesado las "dificultades" para mantener comunicación con la zona.

El presidente vasco ha asegurado que el lekeitiarra se encuentra junto a otros dos españoles, refugiado en casa de unos amigos, ante la inseguridad de permanecer en el hotel en el que se hallaba alojado. "Las noticias que ellos mismos nos transmiten es que aquello es un total descontrol, un caos, y una anarquía absoluta", ha indicado.

"traerlos a casa"

López ha explicado que el Ejecutivo que preside se encuentra en permanente contacto con el Ministerio de Exteriores y con el canciller de la Embajada española en Libia para informarse e interesarse por su situación e "intentar, cuanto antes, adoptar medidas para traerlos a casa".

El lehendakari ha calificado de "tremendo" que un régimen ordene "bombardear a su propio pueblo" y consideraba que "lo primero que necesita Libia es atención desde el punto de vista humanitario".

A su juicio, estos asuntos son "complejos" y necesitan "reflexiones importantes", que hacen concluir que "allí donde no hay democracia, lo que ocurre es que se va acumulando una tensión y un descontento social que, tarde o temprano, acaba estallando".

También ha asegurado que las democracias, como Europa o EE.UU. deberían tener previsto "ayudas políticas y económicas para que esos países hagan el tránsito a la democracia" porque "es un triunfo de todos". "Lamentablemente, no estamos a la altura de las circunstancias", ha concluido.

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