El escolta de Ali Syed muestra su "respeto" por la Policía y dice que fue empujado por un agente

El juez advierte de que el nuevo propietario del Racing es "un ciudadano más"
Ahsan Ali Syed, propietario del Racing de Santander
Ahsan Ali Syed, propietario del Racing de Santander
RACING
Ahsan Ali Syed, propietario del Racing de Santander

El jefe de seguridad del nuevo propietario del Racing de Santander, Ashan Ali Syed, ha mostrado su "respeto" por la Policía, y ha declarado que fue uno de sus agentes quien le empujó cuando intentó entrar en el cordón de seguridad que rodeaba al empresario indio.

Así lo ha declarado M.C.L. en el juicio rápido celebrado este lunes en el Juzgado de lo Penal número 2 de Santander, donde comparecía acusado de un delito de resistencia a la autoridad y de lesiones a unos policías nacionales por el que el Ministerio Fiscal reclama una pena de ocho meses de prisión y multa por importe de 1.500 euros.

Durante la vista, el titular del Juzgado, José Hoya Corominas, ha advertido de que el dueño del Racing es "un ciudadano más" y también le ha reprochado su actitud a una de las empleadas del grupo de Ali Syed, a quien ha pedido que se "someta" a las "autoridades españolas", después de que esta intentara intervenir cuando había finalizado el interrogatorio.

También ha apercibido al abogado de la defensa por los comentarios o por preguntas que ha considerado improcedentes, además de porque su escrito de defensa no había llegado al Juzgado, y que pidió testigo a los que no había citado.

El escolta, de origen italiano, ha negado los hechos, y ha relatado que trató de intervenir cuando, a la salida del partido entre el Racing y el Sevilla, hace dos semanas, Ali Syed se bajó del coche para saludar al "baño de masas" que le reclamaba, un "tumulto brutal", como lo ha definido uno de sus colaboradores.

El incidente, que llevó a su detención y que su defensa achaca a un "malentendido lingüístico", se produjo cuando la Policía montó un cordón de seguridad al que el trató de acceder. Los policías han contado que, al negarle el paso por no estar acreditado, este les amenazó de muerte.

El responsable de la seguridad de Ali Syed —que, según el Ministerio Fiscal, forma parte de la directiva del Racing—, ha narrado que viajaba en otro coche, que conducía él. Al ver como frenaba el vehículo en que estaba su jefe, que paró para saludar a los aficionados, bajó y se dirigió hacia allí.

Según los agentes, ante esta situación "sobrevenida" a sus funciones, formaron un cordón de seguridad cerrado, que, sin embargo, ni el acusado ni los testigos propuestos por la defensa percibieron. M.C.L. dice que intentó llegar hasta Ali Syed, pidió permiso para pasar y la Policía le dijo que "se tenía que ir" y le "empujó", pese a que él se había puesto las gafas para mostrar que no quería "violencia".

Entonces, les recordó "quien era", y ahí fue cuando le esposaron y le llevaron a la furgoneta, en una actitud que el abogado de la defensa ha censurado.

Pues aunque los policías insisten en que no estaba acreditado, esta parte argumenta que tanto sus funciones de seguridad como su amistad personal con Ali Syed eran conocidas, motivo por el cual el acusado estaba "preocupado" por la exposición del dueño del Racing a los "fanáticos".

"tengo un arma"

En cambio, los policías han declarado que fueron empujados por él y que no se identificó. Tras arremeter contra uno de ellos, fue detenido, y entonces el acusado profirió amenazas como: "Te conozco, te voy a matar, tengo un arma", o que "en un 'tatami' podía acabar con tres de vosotros". La defensa cuestiona que los agentes entendieran estas amenazas, expresadas en italiano.

Esta parte, además, señala que el acusado sí es policía, como luego ha dicho él mismo, explicando que ha ejercido "más de treinta años" en este cuerpo, aunque el Ministerio Fiscal precisa que esa información, aportada como prueba documental en el juicio, no es un "certificado" como tal, y le acusa de querer "imponer su voluntad" a la policía.

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