El estudio fue realizado entre 338 mujeres que habían sufrido maltrato, si bien algunas no pudieron terminarlo por la experiencia traumática de revivir las agresiones.

Entre ellas, el 53,3% trabajaba en su casa, por lo que la dependencia económica puede ser un factor a la hora de sufrir maltrato, según el estudio. En el 71% de las familias de origen de las víctimas no hubo maltratos, cifra que se contrapone con la del agresor, ya que en el 75% de los casos la violencia estaba en su seno familiar.

El 74% de las maltratadas dijo que su pareja no sufría «enfermedad mental» y el 69,9%, que se producían ataques a cualquier hora del día. La edad media de las víctimas es de entre 30 y 39 años.