Alguien me dijo que la manía común de los arquitectos es coleccionar cosas.

Ya lo dijo Ortega y Gasset: «los hombres podemos ser coleccionistas o cazadores». Yo no colecciono nada, soy un cazador puro.

¿Cuál es el proyecto soñado de ese cazador?.

Un mundo mejor, sin guerras, ni terrorismo.

¿Y del arquitecto?.

Proyectar viviendas sociales en las que las personas pudieran llegar a ser felices.

Entre todas sus obra, ¿tiene algún hijo predilecto?

El Museo de Zamora, es una pequeña obra germinal en la que ya estaban la mayoría de mis preocupaciones.

¿Vivir en la casa de nuestros sueños debería ser un derecho?.

Es un derecho que supone un compromiso. Nuestros sueños deben ser proporcionales a nuestras posibilidades. Siempre hay que dar un paso adelante, exigirse un poco más, pero nunca hasta la frustración.

¿Los madrileños estamos educados, arquitectónicamente hablando?.

Cada vez las personas son más conscientes de la necesidad de mejorar la calidad ambiental en los escenarios donde se desarrolla la vida. En Madrid, los ciudadanos somos cada vez más cultos y exigentes, y sin duda estamos preocupados por la arquitectura y el urbanismo de nuestra ciudad.

La pregunta que nos interesa a todos: ¿La vivienda en Madrid, cuesta lo que vale?.

Lo precios de la vivienda en Madrid, como en casi todas las grandes ciudades del mundo, son desmesurados. Sin embargo, lo increíble es que aquí el precio de la vivienda es independiente de la calidad de la misma: cuesta igual el metro cuadrado de mala arquitectura que el metro cuadrado de buena arquitectura.