El año pasado aumentó un tres por ciento el número de accidentes leves en bares y restaurantes de la provincia (2.964 en total). Los siniestros graves fueron 31, la misma cantidad que en 2003, según la administración autonómica.

Un empleado en este sector está un día de baja por cada mil horas trabajadas, «un promedio superior a los de la agricultura y la construcción», dijo a 20 minutos el delegado provincial de Empleo, Juan Carlos Lomeña.

LAS CAUSAS

Falta conciencia empresarial: Muchas pequeñas y medianas empresas del sector carecen de planes de prevención de riesgos laborales, según Lomeña. «Si un trabajador tiene un accidente, a la empresa le cuesta dinero».

No forman a los trabajadores: Los pequeños bares y restaurantes no educan a sus empleados sobre cómo evitar hábitos perjudiciales.

Mucho lío: El trabajo se  concentra en determinadas horas del día (desayuno, almuerzo y cena).