El nuevo sendero del Centro Ambiental los Ruices de Málaga, construido por el área de Medio Ambiente del Ayuntamiento malagueño y que ha sido inaugurado este sábado, pretende dar a conocer estas instalaciones, así como la riqueza biológica y ambiental de los espacios circundantes.

El itinerario ecológico ha sido inaugurado con la asistencia del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, la concejala de Medio Ambiente, Araceli González, así como los colectivos Alme, Centro de Educación especial Ceper I y II y los grupos de Scouts de Málaga y sus familiares.

Durante el acto, unos 150 niños y monitores han plantado 400 árboles de las variedades de especies mediterráneas tales como pinos, carrascos y piñones, algarrobos y encinas. El sendero está dirigido a escolares, ciudadanos y colectivos de Málaga.

El objetivo es dar a conocer la riqueza biológica para que, a partir de este análisis, se pueda reflexionar in situ sobre el origen, efectos y prevención de algunos de los problemas ambientales con mayores repercusiones a escala urbana: pérdida de biodiversidad, cambio climático y correcta gestión de los residuos sólidos urbanos.

La actuación ha contado con una inversión de 50.000 euros con cargo al fondo estatal para el empleo y la sostenibilidad local (Feesl). Las vistas panorámicas de la ciudad que se pueden divisar desde los caminos, senderos y miradores habilitados, permiten analizar las características de los espacios naturales más emblemáticos, la composición y estado de las principales comunidades vegetales existentes.

Asimismo, permite conocer los usos de suelo predominantes y su evolución en el tiempo, las actividades industriales y económicas existentes en la actualidad, entre otros, y, sobre todo, sus interrelaciones con los problemas ambientales, según han informado desde el Ayuntamiento en un comunicado.

El itinerario se inicia en el camino —de aproximadamente un kilómetro— que parte de la planta de envases y que ha sido acondicionado recientemente, por el que se accede a dos miradores, uno de los cuales llega hasta la cima de la colina más alta del recorrido. A lo largo de este sendero hay dos charcas artificiales que están siendo acondicionadas para recrear humedales en dicha zona.

Durante todo el recorrido se contemplan especies bien adaptadas a las pendientes, como son el palmito, las retamas y algunos ejemplares de acebuche. La presencia de estos últimos apunta ya al uso del suelo de esos enclaves para el cultivo arbóreo de secano, que propicia el desarrollo de estas variedades asilvestradas en los últimos años, mientras que la identificación de algún pie de algarrobos y olivo, confirman estos usos pasados.

Posteriormente el itinerario se aproxima a los vestigios de cultivos que aún persisten en el terreno, identificándose almendros, algarrobos, higueras, chumberas y distintas variedades de olivo en una disposición claramente de cultivo. También se observan especies propias del entorno mediterráneo y pertenecientes a la vegetación madura potencial de estos suelos.

El último tramo del itinerario centra la atención en dos puntos especialmente significativos: la presencia de especies invasoras y una pequeña mancha de encinas que se encuentran próximas al camino, constituyendo estos ejemplares el único ejemplo de flora perteneciente a la cúspide de las etapas sucesivas en este ecosistema y cuya presencia es testimonial.