Los trabajadores de Carcesa en Extremadura se concentran de nuevo para exigir soluciones y el mantenimiento de su empleo

Los sindicatos alertan de que peligran en la región entre "700 y 800" puestos de trabajo
Concentración
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Trabajadores de las tres empresas de Carcesa en Extremadura, situadas en Mérida, Montijo y Don Benito, pertenecientes a Nueva Rumasa, se han concentrado este viernes de nuevo a las puertas de sus respectivas factorías para reclamar soluciones con el objeto de mantener sus puestos de trabajo en la región ante la "descapitalización" de estas industrias "solventes" por el endeudamiento del grupo.

Así lo han manifestado a los medios de comunicación los representantes de los sindicatos UGT y CCOO congregados ante la planta de Carcesa en Mérida, que han protagonizado junto a los trabajadores un paro de quince minutos en "protesta" por la situación que están atravesando.

Los trabajadores de esta industria de transformados cárnicos asentada en el polígono industrial 'El Prado' de Mérida iniciaron esta serie de concentraciones este jueves, y las repetirán diariamente a las 10,00 horas con una concentración silenciosa en la que también ha estado presente el alcalde de Mérida, Ángel Calle.

En este acto, los trabajadores se han mostrado "preocupados" por sus empleos, dada la caída de actividad en la factoría causada por la falta de proveedores. Uno de ellos es José Manuel, que "cada día" se va "a peor" y según ha destacado, desde hace tres meses les "tiene ya casi parados".

En la misma línea se ha manifestado su compañero Manuel, quien ha asegurado que estas factorías, al "no" disponer de "materias primas para poder trabajar" no pueden continuar con la producción de patés, callos y otros productos, pese a que hay demanda de mercado. "La situación de la empresa nos preocupa. Nos preocupan nuestros puestos de trabajo y por eso estamos aquí", ha destacado la trabajadora Crisanta. ENTRE "700 y 800"

Trabajos peligran

A este acto también ha asistido el secretario general de UGT Extremadura, Francisco Capilla, ha alertado de que están en juego "alrededor de 350" puestos fijos, a los que hay que sumar entre unos "700 u 800" empleos temporales. "En estos momentos no nos podemos permitir que se pierda ni un sólo puesto de trabajo" en la región.

Asimismo, este responsable sindical ha explicado que la situación de las empresas del grupo de Ruiz-Mateos, que opera en la región extremeña desde 2008, "se va precipitando lamentablemente".

Para Capilla, la planta de Mérida es el "buque insignia del empresariado" de la ciudad y según ha apuntado, se dan "unas circunstancias extrañas" ante la situación en la que se encuentran éstas y otras factorías "porque una empresa no es viable".

Y es que, según ha apuntado Capilla, Carcesa "es totalmente viable, está ganando dinero" y "funciona muy bien pero al ser una cuestión de grupo" también se ve afectada.

"Desde mi punto de vista, éste es el modelo que presentan algunos empresarios de nuestro país que son unos verdaderos sinvergüenzas, porque lo que ha hecho es lo mismo que ocurrió hace 28 años; ha descapitalizado las empresas y estoy convencido de que el dinero también se la ha llevado fuera", ha asegurado.

A partir de ahora, con los procedimientos abiertos por el grupo, hay que "esperar a que un administrador judicial se haga cargo de esta situación, intentar negociar con los proveedores las deudas e intentar volver a reencaminar Carcesa", ya que dispone de "suficiente mercado y es viable", ha concluido Capilla, antes de reclamar la ayuda de las administraciones e indicar que UGT se "personará en esta causa" contra el empresario.

Por su parte, el secretario general de la Federación Agroalimentaria de CCOO en Extremadura, Antonio Santiago 'Candelo' ha precisado que son "cuatro" las empresas del grupo Nueva Rumasa en la región, ya que además de tres plantas de Carcesa también es propietario del matadero de Olivenza, que permanece cerrado y donde se invirtieron 9 millones de euros.

Situación "muy grave"

Para el representante de CCOO, las factorías de Ruiz-Mateos "son muy importantes" por Extremadura puesto que a su juicio aportan "miles de puestos de trabajo directos e indirectos" y que hay que tener en cuenta "que estas empresas están en el marco del Pacto Político y Social de Reformas por Extremadura". "Lo que consideramos el cambio del modelo productivo", ha destacado.

Para Antonio Santiago 'Candelo', se considera que la situación "es muy grave" y según ha advertido, es un problema que ya venían "denunciando" puesto que han ido comprobando que "iba a desembocar como la antigua Rumasa", ante lo que ha indicado que se intentará "hacer todo lo posible para que sigan operando estas empresas" en la región, para lo que iniciarán "varias movilizaciones" en los próximos días.

Por su parte, la presidenta del comité de empresa de Carcesa en Mérida, Rosario Riñones, ha lamentado que la situación se ha deteriorado "mucho" desde finales de año y "llegados a este momento", ahora tienen dificultades para conseguir materias primas.

Riñones ha apuntado que se viven "situaciones precarias" entre los trabajadores, que sabían que "las cosas no pintaban bien" hace unos meses y ahora ven que tenían "razón" en preocuparse, concluyó.

Finalmente, el alcalde de Mérida, Ángel Calle, también presente en la concentración ha indicado que la ciudad "le ha dado todo a Carcesa", para que se "mantuviera una factoría moderna y se mantuvieran los empleos" y por tanto "no" se puede consentir que "haya peligro en esta fábrica, no sólo por los trabajadores, que es el objetivo fundamental, sino porque el valor añadido de nuestra producción extremeña pueda ir a otro sitio" según recordó.

El ayuntamiento actuará

"Por ello le exigimos a la empresa y a esta familia que no vamos a consentir en la medida que podamos la administración local ,y me consta también que la autonómica, consentir que haya algún sobresalto para los trabajadores", ha subrayado.

Para el regidor emeritense "no tiene sentido" que se pague en Mérida y Extremadura "por una mala gestión y por lo tanto en la medida" que se pueda, con los recursos disponibles en la administración local, se va a "presionar, dialogar, hablar y para que esto sea una tormenta en un vaso de agua", argumentó Calle. "Pero mucho me temo que es mucho más que eso" precisó.

"El margen de maniobra del ayuntamiento es el que le dan sus ciudadanos, y si tienen que salir en la calle para exigir que se mantenga, yo como alcalde los voy a convocar", ha respondido el alcalde a preguntas sobre con qué margen contaba el equipo municipal para actuar en este asunto.

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