El ex secretario de Estado de Economía y director del centro financiero de Pricewaterhouse Coopers (PwC), Luis de Guindos, ha señalado este jueves que uno de los mayores riesgos a los que se enfrentan las cajas de ahorros es que los inversores extranjeros tienen "muchas dudas" sobre el estado real de sus balances, por lo que ha insistido en que el proceso de recapitalización de las entidades debería centrarse en la "transparencia" antes que en la exigencia de ratios de capital, tal y como propone el Gobierno.

Así se ha expresado el economista en un almuerzo de trabajo organizado con motivo del foro Forinvest que se celebra estos días en Valencia.

En su intervención, De Guindos ha calificado de "insuficiente" el decreto que el Ejecutivo prevé aprobar en el Consejo de Ministros de este viernes para la recapitalización de las entidades financieras, ya que, a su juicio, el problema "no es tanto de capital como de falta de credibilidad" por parte de los inversores extranjeros.

"No sé lo que va a salir mañana, pero ha habido un anuncio de un plan para las cajas que obliga a elevar el ratio de capital y da de plazo hasta septiembre para que busquen capital privado, porque de lo contrario el Fondo de Reordenación Bancaria Ordenada (FROB) cubrirá la diferencia, lo que supondrá una cierta nacionalización parcial o total encubierta", ha indicado el que fuera último secretario de Estado de Economía en el Gobierno de José María Aznar.

En este sentido, ha criticado que en primer lugar se debería obligar a las cajas a "analizar cuáles son las perdidas en el balance y valorarlas" para poner de manifiesto los activos dañados "de una manera cristalina" y dilucidar, a partir de ahí, "cómo saneamos el sistema".

A su juicio, los mercados internacionales no disponen de una imagen "absolutamente definida" de los problemas de las entidades españolas, por lo que, según ha aventurado, "va a ser difícil levantar capital" privado.

"Los inversores internacionales no se creen las cuentas de muchas entidades españolas. Lo primero que hay que decir es de qué está uno enfermo para poder recuperarse", ha agregado.

"incertidumbre" si cambian plazos o condiciones

En cualquier caso, De Guindos ha valorado que el Gobierno haya tomado "un camino" para la recapitalización de las cajas de ahorros, al tiempo que ha advertido de que "como eche para atrás, la incertidumbre que se puede crear es importante".

"Si ahora se cambian los plazos o las condiciones, se creará mucha incertidumbre y los mensajes contradictorios es lo peor que nos puede ocurrir", ha resaltado De Guindos, que ha concluido: "se trata de un proceso delicado que si se hace mal nos puede generar algún disgusto".

Por otra parte, el economista se ha referido también a las previsiones macroeconómicas para España en los próximos meses y ha señalado que la situación "es manejable con una política económica adecuada", aunque ha advertido de que "no va a ser sencillo" ya que "se exigen reformas de calado".

"El discurso del Gobierno cambió en mayo —de 2010—, cuando se dio cuenta de que España estaba al borde del abismo y pensó que si nosotros nos caíamos, poníamos en peligro a una buena parte del sistema financiero europeo y del euro", ha indicado De Guindos, que ha especificado que desde ese momento, el objetivo de reducción del déficit público hasta el 6 por ciento o la reforma del sistema de pensiones han sido dos iniciativas "adecuadas".

Reforma laboral "insuficiente"

Por el contrario, ha lamentado que la reforma del mercado laboral, "que es la básica", ha resultado "insuficiente", ya que deja fuera "una mayor flexibilidad a las empresas en la negociación colectiva". "Si éstas tuvieran mayor capacidad para modificar las condiciones laborales, no ajustarían sus balances en época de pérdidas echando a los trabajadores temporales como norma", ha indicado.

Asimismo, De Guindos ha subrayado que uno de los principales riesgos que se presentan en los próximos meses a la economía española es el vencimiento de la deuda, tanto pública como privada, que se situará en torno a los "20.000 millones de euros en marzo y los 35.000 millones en abril".

En este sentido, ha alertado de que "ahí sí existe el cierto nerviosismo de si en un momento dado se nos cierra la financiación y no podemos hacer frente a esos vencimientos".

En cualquier caso, ha señalado que España "no es Grecia, ni Irlanda" y "no va a necesitar ayuda externa". Por el contrario, ha explicado que Portugal "sí lo va a tener difícil y va a ser complicado que no acabe recibiendo ayuda".