La amplia colonia de cotorras argentinas instaladas, sobre todo, en el parque del Tío Jorge se están convirtiendo ya en un problema para el ecosistema zaragozano. Sus pesados nidos dañan las ramas de los árboles del parque, desplazan otras especies de pájaros y dañan las cosechas de los campos próximos a la ciudad, donde se alimentan.
La plaga de cotorras argentinas, un pájaro verde y ruidoso que recuerda al loro, empieza a preocupar, y una brigada de FCC estuvo destruyendo ayer sus nidos en el parque del Tío Jorge.
La plaga de cotorras argentinas, un pájaro verde y ruidoso que recuerda al loro, empieza a preocupar, y una brigada de FCC estuvo destruyendo ayer sus nidos en el parque del Tío Jorge.
Reproducción
Estas aves se mueven siempre en grupo y, si no se controlan, pueden duplicar su población en sólo un año. Este hecho explicaría que la eliminación de nidos llevada a cabo en el verano de 2004 haya tenido escasos efectos positivos.
Desde hace un mes, según la agencia Maaszoom, las cotorras han aparecido por zonas agrícolas de los alrededores de Zaragoza, donde han dañado ya cosechas. También podrían hacerlo con los frutales cuando éstos maduren.
Las cotorras, que llegaron a la Península Ibérica en los años sesenta, viven en los parques urbanos porque allí no sufren el acoso del que son objeto en el campo.
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