El Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) ha confirmado la multa de 6.010 euros que la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) impuso en 2008 al camping 'Los molinos de la playa de Joyel', en Arnuero, por captar el agua de un manantial sin tener la autorización necesaria.

En concreto, se trata del manantial de Soano, en el que los agentes del Seprona comprobaron que había cuatro bombas de extracción de agua propiedad del camping, así como una conducción de agua, conectada a las bombas, que pertenecía a la red municipal de Arnuero.

Esta conducción discurría hasta el camping, donde se mezclaba con el agua potable procedente de la red municipal de Noja. El propietario alegaba que, pese a la petición de que retirara estos sistemas, los mantenía para situaciones de sequía, siguiendo, según dijo, indicaciones del Ayuntamiento de Noja.

Estas bombas, además, se encontraban en un edificio del Gobierno de Cantabria y estaban inactivas desde hacia 5 años.

La CHC le impuso una multa contra la que recurrió y que ahora confirma la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJC.