La economía navarra ha registrado un crecimiento real del 1,2 por ciento en 2010, frente al descenso del -0,1 por ciento registrado en España. En el cuarto trimestre del año, la tasa de crecimiento real interanual de la economía de la Comunidad foral se sitúa en el 1,9 por ciento, mientras que España alcanza el 0,6 por ciento, según los datos de la Contabilidad Trimestral elaborada por el Instituto de Estadística de Navarra.

Este informe refleja, para el cuarto trimestre de 2010, un crecimiento tendencial del Producto Interior Bruto (PIB) generado por la economía navarra del 1,9 por ciento, respecto al mismo trimestre del año anterior, tres décimas más que la tasa estimada el periodo anterior. Se consolida, por tanto, el crecimiento de la economía navarra, tras obtener la tercera tasa de variación positiva.

En el cuarto trimestre de 2010, España ha registrado un crecimiento positivo del 0,6 por ciento, según se desprende de la Contabilidad Nacional Trimestral, frente al 0,2 por ciento estimado el periodo anterior, mostrando la segunda tasa positiva tras la fase contractiva iniciada el cuarto trimestre de 2008.

La evolución favorable de la economía navarra, deriva, desde el punto de vista de la oferta, del impulso registrado en la actividad industrial y, en menor medida, del crecimiento de los servicios de mercado, que logran compensar la desaceleración estimada en los servicios de no mercado y en las ramas primarias y constructoras.

El balance positivo de la economía navarra, en el cuarto trimestre del año, proviene según el análisis del cuadro macroeconómico, desde la óptica de la demanda, del dinamismo reflejado en la demanda externa, cuya aportación al agregado se sitúa en 1,8 puntos, derivado de la favorable evolución mostrada en las exportaciones.

Al mismo tiempo, se observa una aportación positiva de la demanda interna, de 0,1 puntos porcentuales, si bien modera en dos décimas la tasa registrada el trimestre anterior, debido a la desaceleración observada en el consumo final.

El empleo total de Navarra, medido como puestos de trabajo, atenúa el descenso interanual al -0,4 por ciento, tras el -0,5 por ciento registrado el trimestre precedente.

Como resultado del avance de la tasa de variación del PIB y de la menor caída del empleo ocupado, la variación de la productividad del trabajo se sitúa en el 2,3 por ciento, superando el 2,1 por ciento estimado el periodo anterior.