El consejero de Fomento de la Junta de Castilla y León, Antonio Silván, ha anunciado este miércoles que la Administración regional presentará recurso de casación al Tribunal Supremo contra la sentencia que anula la modificación de errores materiales en el PGOU de Valladolid capital, mientras que el alcalde de la ciudad, Francisco Javier León de la Riva, ha asegurado que aún queda pendiente una reunión entre los servicios jurídicos de ambas administraciones.

En declaraciones recogidas por Europa Press durante la inauguración en León de una Jornada sobre Inspección Técnica y Rehabilitación de edificios, el consejero de Fomento ha apuntado que el plazo de recurso contra la sentencia del TSJCyL finaliza el próximo viernes y que la Junta presentará antes el recurso.

En cuanto a la solicitud del Grupo Socialista para que Silván comparezca en las Cortes de Castilla y León a fin de explicar por qué las modificaciones irregulares se tramitaron en Fomento como errores materiales, el consejero ha incidido en que nunca ha "rehuido" las comparecencias en sede parlamentaria.

Sin embargo, el regidor vallisoletano, quien ha insistido desde la semana pasada en que los servicios jurídicos del Ayuntamiento y de la Junta estaban en contacto para decidir si cabía la interposición del recurso, ha apuntado que mañana se cerrará la decisión con "una nueva reunión" entre los juristas municipales y los de la Junta.

"Si dicen que sí, recurriremos", ha señalado el primer edil, que por lo tanto no ha dado por hecho la presentación del recurso. En este sentido, ha querido recalcar que no se trata de una decisión "del alcalde o de los concejales de la oposición", sino que el Equipo de Gobierno "siempre va de la mano" con los servicios jurídicos.

En cuanto a los argumentos jurídicos, no ha querido entrar en ellos pues considera que se expondrán en el texto del recurso.

También ha reflexionado, tras una afirmación realizada hoy por el presidente del Círculo de Empresarios, Claudio Boada, en una conferencia, sobre el "peligro" que supone la posibilidad de "mover una raya" en un Plan Urbanístico, ha subrayado que "cuando menos rayas existan mejor".

Según sus afirmaciones, en el PGOU de 2003 "se movió una raya en alguno de los planos", tal y como, a su juicio, recoge la sentencia contraria al Plan, por lo que si el Ayuntamiento hubiera estado "más previsto" con la supresión de esa línea "se habría eliminado la posibilidad de que alguien lo moviera".