Toda la flota permanece amarrada en las provincias de A Coruña y Pontevedra ante la alerta roja decretada en la costa de ambas provincias por los servicios meteorológicos gallegos. Aunque el fenómeno adverso es de nivel naranja en el litoral de Lugo, la mayoría de sus embarcaciones también han optado por quedar en tierra ante el mal tiempo.

Así lo indican a Europa Press fuentes de las cofradías, en la tercera jornada en la que Galicia registra fuertes vientos y precipitaciones, que provocaron que gran parte de los pescadores decidieran no salir a faenar ni el pasado lunes ni el martes, por precaución.

De este modo, sólo salieron a la mar, en la provincia luguesa, los barcos de menor capacidad y el arrastre de Celeiro, ya que, "dentro de la ría no está muy mal tiempo" e, incluso, "estaba peor" en la pasada jornada, informa la cofradía. Pese a esto, no han salido a la mar los barcos en Ribadeo, ni en Burela, ni en Cervo —con los puertos de San Cibrao, Morás y Portocelo—, puesto que, según señalan los pósitos, "la cosa está bastante mal".

En A Coruña, por su parte, los efectos del temporal se dejan notar más este miércoles, pues así lo atestiguan fuentes de las cofradías de Ortigueira, Cariño, Cedeira, Ferrol, A Coruña, Malpica y Fisterra, donde todas las embarcaciones están amarradas, tras comprobar la magnitud de las olas en la pasada madrugada, que han alcanzado entre los 8 y los 10 metros en alguno de los casos.

Ya al sur de la Costa da Morte, no trabajan las naves de Muros —"ni siquiera el arrastre", apuntan fuentes de la cofradía— ni las de Ribeira, donde, eso sí, salió el marisqueo a flote, que faena "muy cerquita de la costa", precisa el pósito.

Por último, Pontevedra está viéndose también afectada por los intensos vientos y lluvias este miércoles, y, en consecuencia, quedaron en puerto los buques pesqueros de Vilagarcía de Arousa, O Grove, Marín, Vigo, Bueu y Baiona. "Está el tiempo bastante peor que ayer", coinciden en advertir fuentes de las cofradías pontevedresas.