El fin de la limitación de velocidad a 80 kilómetros/hora en los accesos a Barcelona ha entrado esta madrugada en vigor en la autovía de Castelldefels (C-31) y la autopista del Garraf (C-32), y se ha podido circular al máximo permitido, entre 100 y 120 kilómetros/hora.

No obstante, según ha informado el Servei Català de Trànsit (SCT), a partir de las 7 de la mañana las retenciones de tráfico han impedido circular a más de 60 y 90 kilómetros/hora, según los tramos.

El nuevo mapa de velocidades debía empezar a aplicarse el pasado lunes, aunque no ha entrado en vigor hasta este lunes, una vez que ha cambiado la situación meteorológica anticiclónica que había disparado la contaminación en el área de Barcelona.

La C-31 sur y la C-32 sur han sido las primeras vías de entrada y salida a Barcelona en las que los conductores han visto el fin de la "zona 80" establecida por el anterior gobierno catalán, y que el Departamento de Interior se ha comprometido a que haya desaparecido en otras carreteras el próximo 1 de marzo.

La intención del Departamento de Interior es que a lo largo de esta legislatura se pueda extender el modelo de gestión del tráfico de "velocidad variable", en el que el límite lo fijan los paneles eléctricos en función de la siniestralidad, la congestión o las condiciones climáticas.