El número de agricultores y ganaderos con derecho a voto en las elecciones a cámaras agrarias catalanas ha bajado un tercio desde 1994, el año de los primeros comicios.

En las quintas elecciones, que se celebran el domingo 20 tienen derecho a voto 29.817 agricultores, 16.834 menos que en 1994.

Casi la mitad de los electores tienen su explotación en Lleida, unos 12.000 según los datos de la Generalitat que cifra en 6.959 el censo de Barcelona; en 4.344 el de Girona y en 6.452 el de Tarragona.

Unió de Pagesos (UP), Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya (JARC), la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) y Unió de Ramaders i Pagesos de Catalunya-Unión de Pequeños Agricultores (URAPAC-UPA) se disputan la representatividad del campo catalán.

Agricultura pagará 0,50 euros por cada voto válido por candidatura que obtenga representación y 3.100 euros por cada miembro de la cámara agraria provincial.

Cada provincia elige a 25 miembros para la cámara, una entidad que no tiene ninguna función salvo la de convocar las elecciones y medir la representación sindical en las mesas de negociación con la administración.

En las elecciones de 2007 Unió de Pagesos obtuvo un 58,72% de los votos y 63 representantes en las cámaras provinciales; JARC logró un 21,66% y 23 miembros; Asaja un 14,42% y once delegados, y URAPAC un 4,42% con tres representantes.