El TSJCyL confirma la condena por el accidente que en 2005 causó graves lesiones a un operario en Boecillo

La empresa Ragactives deberá indemnizar la víctima con 147.000 euros

El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha ratificado la condena recaída sobre la empresa Ragactives y la aseguradora Mapfre, que deberán indemnizar con más de 147.000 euros al trabajador J.V.M, quien en 2005 resultó gravemente herido como consecuencia de una explosión registrada en las instalaciones de la citada mercantil, sita en el Parque Tecnológico de Boecillo.

La sentencia del Alto Tribunal castellanoleonés confirma en todos sus términos un fallo anterior del Juzgado de lo Social número 4 de Valladolid y desestima los recursos interpuestos por la defensa y la acusación particular, que solicitaban, por el mismo orden, la absolución de las condenadas y una indemnización de mayor cuantía, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

Pese a que el lesionado reclamaba más de 700.000 euros y dirigía también su reclamación contra Gadea Pharmaceutical Group, a la que pertenece Ragactives, la sentencia ratificada ahora absuelve a la primera sociedad demanda y condena a la segunda, junto con la referida compañía aseguradora, a indemnizar de forma conjunta y solidaria al demandante en la cantidad de 147.477,69 euros por los 69 días de hospitalización, los 435 días en los que tardó en sanar, las secuelas y el perjuicio estético sufridos.

El fallo entiende que Ragactives es responsable por su "actuación negligentemente infractora", ya que, en su opinión, permitió en sus instalaciones el uso de una sustancia peligrosa y altamente explosiva, como el ácido perclórico, en lugar de estudiar su sustitución por otra que entrañase poco o ningún peligro.

"En el caso de que no pudiera llevarse a cabo la sustitución, debió llevarse a cabo una evaluación exhaustiva de los riesgos que implica, al tratarse de una sustancia de notoria y probada peligrosidad, y tomar las medidas de prevención y protección adecuadas frente a dichos riesgos, lo que no tuvo lugar", advertía la sentencia ahora confirmada, puesto que no se contemplaba el riesgo de explosión en el pabellón de laboratorios donde se produjo la misma y, por ello, no se aisló o separó el cuarto de reactores del resto de dependencias del edificio.

El accidente se produjo sobre las 07.00 horas del día 20 de diciembre de 2005 en el laboratorio denominado Kilolab, sito en la planta superior del edificio de Ragactives, mientras un técnico preparaba una reacción química destinada a la obtención de un producto intermedio para un principio activo farmacológico. La explosión afectó a uno de los reactores del laboratorio, lo que provocó que parte del techo se viniera abajo.

El operario lesionado, J.V.M, de 35 años, sufrió graves quemaduras en el 35 por ciento de su superficie corporal, fundamentalmente en la cara y las extremidades superiores e inferiores, que le obligaron a permanecer más de dos meses de hospitalización, parte de ellos en el Clínico Universitario y el resto en el Hospital de Cruces, en Baracaldo (Vizcaya).

El demandante, al que ha sido reconocida la incapacidad total para el desempeño de cualquier actividad profesional, reclamaba a Ragactives y a Gadea Pharmaceutical Group, con responsabilidad civil directa de Mapfre, una indemnización de 703.000 euros en concepto de su invalidez, daños morales y el perjuicio estético sufrido, al considerar que el accidente laboral se produjo a causa de una falta grave de las medidas de seguridad, tal y como refleja un acta de la Inspección de Trabajo.

Resultaron afectados otros cuatro operarios, mientras que el resto de la plantilla, compuesta por 45 personas, salió a la calle por su propio pie.

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