Una mirada al convulso Wall Street de 2008, pistoletazo de salida en la Berlinale

El actor Jeremy Irons da un sorbo de te durante la rueda de prensa de presentación de 'Margin call'.
El actor Jeremy Irons da un sorbo de te durante la rueda de prensa de presentación de 'Margin call'.
Tobias Schwarz / Reuters
El actor Jeremy Irons da un sorbo de te durante la rueda de prensa de presentación de 'Margin call'.

Tras la proyección el jueves de la nueva película de los hermanos Joel y Ethan Coen, True Grit (Valor de Ley), que dejó una riada de opiniones divididas, el festival Berlinale abre este viernes las puertas a la sección de películas que compiten por el máximo galardón de la muestra.

El desfile de candidatos está protagonizado en esta jornada por Margin Call, del estadounidense JC Chandor, y El Premio, de la argentina Paula Markovitch.

La primera de ellas, centrada en el convulso Wall Street de 2008, ha marcado la actualidad de la mañana berlinesa, donde se han dejado fotografiar sus célebres protagonistas: Kevin Spacey, Jeremy Irons y Zachary Quinto, conocido por su papel de malvado en la serie televisiva Heroes.La actriz Demi Moore, estrella femenina del filme, ha sido sin embargo la gran ausente en la rueda de prensa en la que ha sido presentado el largometraje ante la prensa.

A lo largo de esta y al hilo del argumento de Margin call, Spacey ha incidido en la crisis financiera actual, y ha tachado a la sociedad de hipocresía. Para el actor, es injusto que los consumidores culpen a los banqueros de todo lo que sucede sin reconocer el papel y la responsabilidad que ellos mismos tienen en el sistema: "Hubo un tiempo en el que los banqueros eran las personas más horribles y avariciosas sobre la faz de la tierra", ha denunciado.

Más moralidad

Sin embargo, su compañero Irons no opina lo mismo. Para él, hace falta más moralidad, y también en las entidades bancarias: "Necesitamos moralidad, hay que saber que hay gente que está perdiendo sus casas, gente que ha pedido préstamos por encima de sus posibilidades".

El thriller del director debutante J.C. Chandor relata las intensas horas que siguen al descubrimiento en el seno de una firma inversora de Wall Street de la irreversible situación financiera en la que se encuentran por la compra y venta de activos tóxicos.

"En la mayoría de los casos, esta gente que mostramos en la película era gente normal. Gente que tenía que seguir las órdenes de sus jefes. La película muestra el lado humano (de Wall Street) en la crisis de 2008", apuntó Chandor.

Bromas y buen humor

La presentación ante los medios de la película sirvió para que Irons y Spacey escenificaran su buen entendimiento y lanzaran algunas bromas.

"Lo peor de la película fue tener que trabajar con Kevin Spacey", aseguró con una gran sonrisa Irons, a lo que el aludido replicó que el actor británico "olvidaba constantemente sus frases", provocando el aplauso de los varios centenares de periodistas presentes.

Pero quien arrancó las mayores carcajadas fue Bettany, cuando se mostró incapaz de explicar cómo se puso en la piel de uno de los inversores que propició la crisis mundial: "La interpretación es como el sexo: está muy bien practicarla, pero es muy difícil hablar de ello", afirmó.

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