El consejero de Medio Ambiente, Francisco Martín, ha presentado este jueves las conclusiones del proceso de participación pública de los ríos Miera y Campiazo, que ha culminado con un total de 122 propuestas recibidas, que se incorporarán al Plan Hidrológico de la Confederación 2011-2015.

El acto se ha celebrado en el centro cívico 'Ramón Pelayo' de Solares, con la presencia de representantes institucionales, agentes sociales y ciudadanía interesada en la mejora ambiental de las citadas cuencas.

El alcalde de Medio Cudeyo, Juan José Perojo, ha dado la bienvenida a los asistentes destacando que es el primer acto público que se celebra en el recién inaugurado centro cívico 'Ramón Pelayo'.

Por su parte, Martín ha agradecido la participación en el proceso a todos los representantes institucionales y de asociaciones, añadiendo que espera que todas las opiniones aportadas "se vean representadas en el futuro plan hidrológico que está a punto de aprobarse".

El consejero ha manifestado su satisfacción por "menear el territorio" para que las inquietudes de los ciudadanos se vean plasmadas en torno a la planificación de las cuencas, y ha resaltado la importancia del Miera en cuanto a que su estado ambiental está íntimamente relacionado con la salud de la Bahía de Santander, donde desemboca.

El proceso participativo de estas cuencas comenzó el 9 de abril de 2008, en una reunión celebrada en el Hotel Balneario de Solares.

En total han participado 644 personas y entidades en 14 reuniones y foros del agua, que arrojaron un total de 213 propuestas concretas para la mejora ambiental de las cuencas.

Las propuestas se han agrupado en función de su temática. En el apartado de los caudales ecológicos se ha propuesto su garantía después de realizar las captaciones.

En cuanto a la gestión, control y legislación, las propuestas incluyen aspectos como la exigencia de sistemas efectivos de tratamiento para las aguas residuales industriales, el apoyo para la mejora y mantenimiento de las pequeñas depuradoras, asegurar la vigilancia de los vertidos industriales y aumentarla sobre los purines y otros contaminantes ganaderos.

También se ha planteado el desarrollo y seguimiento de los sistemas de consumo eficiente en las industrias, la reutilización de las aguas industriales, la instalación de contadores individuales, la investigación para el aprovechamiento de las aguas subterráneas y petición de ayudas para la reforestación en las riberas.

Asimismo, se ha sugerido la liberalización del espacio de dominio público hidráulico, el control y freno de las plantas invasoras, la reducción de la pesca deportiva, facilitar la gestión de piscifactorías para repoblar el río y definir un protocolo de actuación ante los vertidos ilegales.

Mejorar el estado de la bahía de Santander y optimizar los aprovechamientos ligados a la misma, exigir las medidas contra los vertidos en las zonas portuarias, la prohibición de construir nuevos puertos deportivos y la eliminación de cualquier relleno más en el entorno de la bahía de Santander han sido otras cuestines abordadas.

Con respecto a las infraestructuras hidráulicas (abastecimiento y saneamiento), se propusieron cuestiones relacionadas con la depuración de las aguas residuales e industriales, además de la instalación de redes separativas y el control de pérdidas en la red de abastecimiento. SENSIBILIZACIÓN

En cuanto a la sensibilización, educación y participación, los participantes en el proceso propusieron favorecer la coordinación administrativa y la información a la sociedad a través de un órgano de gestión permanente, la puesta en marcha de planes participados de prevención de incendios desde la población local, la creación de un programa de educación ambiental integral en materia de agua, proporcionar información sobre las cuencas con una visión integral, informar y divulgar las buenas prácticas para los residuos químicos domésticos e incorporar las conclusiones del proceso de participación al Plan Regional de Ordenación del Territorio.

En materia de restauración, las iniciativas presentadas se refieren al desmantelamiento de los azudes en desuso o la reforma de los mismos, la habilitación de accesos para los peces, promover la reforestación, regenerar las márgenes y cauces, la recuperación de zonas inundables y evitar la influencia de dragados para impedir la pérdida de arena en algunas playas.

Otras propuestas presentadas se refieren a la gestión de los residuos y la limpieza de los ríos, donde se incluyen la eliminación de los vertederos incontrolados en las riberas, dotación de contenedores a los municipios que carecen de ellos, revisar los criterios de instalación de los Puntos Limpios y la puesta en marcha de un sistema de recogida puerta a puerta de los residuos plásticos ganaderos.

Con respecto al patrimonio fluvial, se han propuesto la restauración y mantenimiento de presas y molinos históricos.

Los resultados se enmarcan en la iniciativa de participación hidrológica que, desde 2006, realiza la Dirección General de Obras Hidráulicas y Ciclo Integral del Agua junto al Centro de Investigación del Medio Ambiente (CIMA), a través de la Oficina de Participación Hidrológica de Cantabria (OPHIC), para la implantación de la Directiva Marco del Agua en la región.

Junto al consejero de Medio Ambiente y el alcalde de Medio Cudeyo, también han intervenido en la reunión el jefe de la Oficina de Planificación de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, Jesús González Piedra; la directora general de Obras Hidráulicas y Ciclo Integral del Agua, Ana Isabel Ramos y la directora del CIMA, María Luisa Pérez.

El miera y el campiazo

La cuenca hidrográfica del río Miera abarca una superficie de 508 kilómetros cuadrados, lo que la convierte en una de las más pequeñas de los principales ríos de Cantabria.

Este río nace en el Portillo de Lunada, y atraviesa núcleos como San Roque de Riomiera, Mirones, Liérganes, La Cavada, Solares o Puente Agüero, entre otros.

En esta cuenca se incluyen todos los ríos costeros que comparten estuario con el propio Miera en la Bahía de Santander, que constituye el mayor estuario de Cantabria.

Su principal aporte de agua dulce procede del río Miera, que desemboca en la margen derecha de la Bahía a través de la ría de Cubas.

La cuenca hidrográfica del río Campiazo es aún menor, ya que abarca una superficie de 115 kilómetros cuadrados.

Se trata de un río costero que nace en las estribaciones del pico Regolfo, en el municipio de Solórzano, y atraviesa algunos núcleos como Solórzano, Hazas de Cesto, Beranga, San Miguel de Meruelo o La Venera, entre otros.

El Campiazo desemboca en la ría de Ajo, un estuario de configuración lineal que cuenta con distintas figuras de protección.

Forma parte también de la cuenca las Marismas de Joyel y Victoria, masa de agua de transición vinculada a la cuenca del Campiazo.

En la jornada de hoy se ha entregado a los asistentes un documento que recoge el resumen actualizado del diagnóstico de las dos cuencas, las propuestas consensuadas en el proceso participativo, las reuniones y foros celebrados, así como la opinión de agentes implicados sobre el estado de la cuenca y la valoración de sus experiencias en los procesos participativos.

Cada documento de cuenca incluye un mapa visual de la misma que, de forma gráfica, refleja las realidades e impactos con una valoración sobre cada proceso participativo y las perspectivas de mejora ambiental que se abren de cara al futuro.