Fomentar el civismo y potenciar los espacios públicos como lugares de convivencia. Las siete alcaldesas del área metropolitana de Barcelona que participaron en la 18ª Trobada Ciutadana organizada por 20 minutos coincidieron en señalar ambos aspectos como primordiales en la política municipal.

En este sentido, Núria Parlon, alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, anunció la puesta en marcha de la campaña No em trenquis el cor, que se empezará a aplicar este año. En ella, agentes cívicos informarán y sensibilizarán a la ciudadanía sobre aspectos como el reciclaje o la limpieza en las calles. Participarán asociaciones de padres, de vecinos y de mujeres, entre otros.

Más mano dura

Tras un periodo de concienciación ciudadana, se sancionará a "aquellos que no hagan caso de las normas", aseguró. Parlon puntualizó que ahora ya se está multando a los incívicos, pero "parece que no acaba de funcionar bien".

En esta línea se definió también la alcaldesa de L’Hospitalet de Llobregat, Núria Marín, quien abogó por "preservar, ahora más que nunca, el espacio público". Y añadió que "todo el mundo tiene que gozar de él, pero con respeto". También consideró "necesario" trabajar en pro de la "seguridad, el civismo y la convivencia". E instó a las entidades municipales a mostrarse "inflexibles" con aquellos que no acaten las ordenanzas.

Con ojos de mujer

Carme Carmona, que lleva la vara de mando en Cerdanyola del Vallès, también defendió el "mantenimiento del espacio público" y apoyó la apertura de, entre otros equipamientos, los patios de las escuelas durante los fines de semana. Y recordó que este mes ya serán tres los que permanezcan abiertos en su municipio. También se mostró a favor de los "agentes cívicos", cuya finalidad es recordar a los vecinos que deben cuidar la ciudad "como si fuera su propia casa".

Urbanismo femenino

La llegada de las mujeres a altos puestos municipales también ha cambiado la forma de concebir las ciudades, acordaron las alcaldesas presentes en la Trobada. En este sentido, la de Sant Cugat, Mercè Conesa, recordó que antes de llegar al cargo fue durante ocho años concejala de urbanismo. "Las ciudades antes partían de un punto de vista masculino", aseguró.

La representante de Cerdanyola puntualizó que la visión femenina de las regidoras "permite pensar en el urbanismo del día a día". Y ejemplificó: "Vemos si por una calle puede pasar un carrito de la compra o el cochecito del bebé, si los caminos a las bibliotecas o los colegios son seguros, si se puede acceder fácilmente a los mercados...".

Por su parte, la alcaldesa de Esplugues, Pilar Díaz, se felicitó por la incorporación de "miradas femeninas»" en los gobiernos municipales, aunque consideró que hombres y mujeres "tenemos miradas diferentes, pero complementarias". Y culminó: "Hemos de trabajar juntos para avanzar más rápido". Con todo, aún queda mucho por hacer en igualdad. "¿Por qué a mi antecesor no le preguntaban qué hacía con los niños mientras trabajaba y a mí sí?", cuestionaba Conesa. La alcaldesa de Rubí, Carme García, dio la clave: "Conciliando, como muchas familias".

Contra la brecha tecnológica

Las siete alcaldesas convinieron en la importancia de la aplicación de las nuevas tecnologías para estar en contacto con sus conciudadanos. La de Montcada i Reixac, Maria Elena Pérez, la benjamina del debate, es de las más conectadas. Dispone de blog y participa en las redes sociales. Según aseguró, a través de ellas se pone en contacto con los habitantes de la ciudad, algunos de los cuales participan en los cursos de "alfabetización digital" que ha puesto en marcha. Entre ellos, gente mayor o mujeres que no han tenido acceso a la informática.

Por su parte, la alcaldesa de Cerdanyola del Vallès, Carme Carmona, insistió en la necesidad de romper la "brecha digital" que padecen muchas mujeres y que las frena a "subirse al tren ocupacional". En la misma línea habló Carme García, de Rubí, que recordó que su consistorio lleva a cabo la campaña Dones en xarxa.