Además, y tras confirmar este jueves Plata que el BFA pasará a depender de la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco, Garrido ha señalado que el hecho de que lo sacaran de la Agencia "es algo que critiqué mucho porque fue una exigencia de Cristina Hoyos, que merece mis respeto como artista y como persona, y mi reprobación absoluta como gestora". "No ha hecho una buena gestión, lo que no significa que no sea una gran bailaora", aclara.

Además, ha indicado que el Ballet es en gran medida "lo que su directora ha creado", y lo que "no se han hecho son montajes especialmente notables, y "sí pocas cosas y muy repetitivas en cuanto a las temáticas". Pese a todo, ha señalado el portavoz popular, la bailaora se ha mantenido al frente desde 2004 porque "es una mujer con un compromiso político muy activo, con influencia en las altas esferas del Gobierno andaluz, y ha podido más que los propios consejeros".

"Confío en que todo vuelva a su orden y se busque a una persona que al margen de su compromiso político, tenga prestigio y cierta experiencia en la gestión", insiste Garrido, quien ha añadido que "confía en que los andaluces den su confianza al PP para, entre otras cosas, convertir a la Agencia del Flamenco en lo que tiene que ser, una institución con un tamaño adecuado, que sirva para el fomento del flamenco, y no para hacer competencia a los agentes de este arte".

Por otra parte, y ante la posibilidad de que no existiera un director que se pusiera al frente del BFA, Garrido ha dicho que la figura de un director "es fundamental porque si no desaparecería". Asimismo, ha apuntado que es "necesario" traer gente para que se mueva el Ballet en el sentido de llevar a cabo cursos o clases magistrales, junto a los grandes montajes que se realicen.