El programa 'Espacios naturales contra el cambio climático', desarrollado por la Fundación del Patrimonio Natural de Castilla y León en colaboración con la Obra Social La Caixa, permitió una reducción de las emisiones de CO2 durante el pasado 2010 de 132 toneladas, según se desprende del informe presentado este sábado en Valladolid.

Para ello, se han realizado auditorias en 178 núcleos de población en 140 municipios localizados en diez espacios naturales que conllevaron la sustitución de 2.186 puntos de luz y que han supuesto un ahorro de más de 330.000 kilovatios por hora, así como la instalación en edificios públicos de una decena de calderas de biomasa y de otras tres estufas de 'pellet', a las que se sumarán 14 más previstas para 2011.

En declaraciones recogidas por Europa Press, la vicepresidenta de la Junta de Castilla y León y consejera de Medio Ambiente, María Jesús Ruiz, ha señalado que desde su puesta en marcha en 2009, el programa ha contado con una inversión de cuatro millones de euros financiados por la Fundación del Patrimonio, la Obra Social La Caixa, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el Ente Regional de la Energía (EREN), el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino y los propios ayuntamientos.

Los objetivos principales de estas medidas son reducir la emisión de gases de efecto invernadero, ser un "referente" en la lucha contra el cambio climático y contribuir con ello a la creación de empleo en el medio rural.

Para ello, se han establecido cuatro grandes áreas de actuación divididas en la investigación, la información y la sensibilización, el fomento de las energías renovables y la mejora de las instalaciones y edificios públicos para reducción del consumo energético.

área de investigación

De esta forma, se han establecido tres proyectos dentro del área de investigación como el 'Calibre', realizado en colaboración con el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y que estudia la incidencia del cambio climático en las zonas humedas a través del análisis de sedimentos en el lago de Sanabria (Zamora); el proyecto 'Clima Dat', que prevé la creación de una red de estaciones de medición del clima y cuyas dos primeras se construirán en 2011, y el plan 'Life Domotic', en el que se plantean aplicaciones domóticas para la reducción del consumo energético en edificios públicos.

Sin embargo, las mayores actuaciones se han orientado a las mejoras en el alumbrado público con el fin de reducir el consumo energético, reducir la contaminación lumínica, mejorar la estética de los municipios, disminuir la luz intrusa en viviendas y evitar afecciones negativas a la fauna y al paisaje.

Esto ha consistido básicamente en la sustitución de las tradicionales lámparas de vapor de mercurio por otras de vapor de sodio, para lo que se invirtió en 2010 un millón de euros en 95 núcleos de población de 77 municipios, lo que ha afectado a un conjunto de población de 15.000 habitantes.

Junto a la consejera de Medio Ambiente han estado presentes los alcaldes de Burón (León) y de Oña (Burgos), Porfirio Díez y José Ignacio Castresana respectivamente, quienes han desglosado las actuaciones realizadas en sus localidades con relación a este programa.

Díez ha explicado que en tres de las siete pedanías del municipio, así como en el núcleo principal, se han modificado los sistemas de alumbrados, lo que ha permitido corregir "un derroche lumínico" que costaba cerca de 3.000 euros al año en esta localidad del Parque Regional Picos de Europa.

Conservar el entorno

Por su parte, Castresana ha señalado la importancia de "conservar el entorno" en un municipio como con un casco histórico como el de Oña, dentro del Parque Natural Montes Obarenses, a la vez que ha añadido que las nuevas lámparas ofrecen una luz "más agradable".

En cuanto al presente ejercicio, María Jesús Ruiz ha subrayado que se mantendrá la inversión de un millón de euros para sustituir el alumbrado público en otro medio centenar de municipios pertenecientes a ocho espacios naturales de la Comunidad.