La generación de residuos urbanos recogidos a través de los contenedores genéricos por parte de los ayuntamientos adscritos al modelo Sogama se vio reducida en el 1,23 por ciento respeto a los valores de 2009 en Galicia.

Según ha explicado la Consellería de Medio Ambiente, en ese periodo los entes locales entregaron a la empresa pública Sogama un total de 870.132 toneladas de basura, bajando el pasado año hasta las 859.470, lo que supone 10.662 toneladas menos.

Diciembre fue el mes en el que se constató una menor producción de desperdicios domiciliarios, con 69.056 toneladas en 2010 frente a las 72.560 en el año anterior, lo que implica una diferencia de 3.504 toneladas —un 5 por ciento menos—.

El departamento que dirige el conselleiro Agustín Hernández ha resaltado que la tendencia a la baja se viene consolidando desde el año 2007, cuando la generación de residuos urbanos alcanzó su "punto álgido", situándose en las 909.421 toneladas, y "esto a pesar de que en ese momento el número de municipios adheridos a Sogama era menor que en la actualidad", ha precisado, cayendo en 2008 hasta las 896.965 —un 1,37%—; en 2009 hasta las 870.132 —un 3%—; y en 2010 hasta las 859.470 toneladas —un 1,23%—.

De este modo, la Xunta ha destacado que en un intervalo de tres años la recepción de basura en las instalaciones de Sogama se redujo en un 5,5 por ciento, siendo "más evidente entre 2008 y 2009", momento en el que la crisis económica "comenzaba a golpear con más fuerza a las economías domésticas", ha precisado la consellería. OBJETIVOS

Medio Ambiente ha recordado que el nuevo Plan de Gestión de Residuos Urbanos para Galicia 2010-2020 recoge como uno de los principales retos la menor producción de residuos, pretendiendo alcanzar en el horizonte de 2020 una bajada del 10 por ciento.

Otro de los objetivos es el incremento de la reutilización y el reciclaje hasta el 30 por ciento; seguido por la valorización, material y energética, de la parte no reciclable.

La pretensión de la Xunta es que, a través de la intensificación de los programas de concienciación y sensibilización social en la materia, la población adopte e interiorice las buenas prácticas ambientales, generando menos desperdicios y participando activamente en los mecanismos de recogida selectiva.