El Ajuntament de Barcelona ha invertido, en los últimos cuatro años, más de 60 millones de euros en la renovación y limpieza de 34.500 puntos de luz para mejorar la iluminación en calles, plazas y jardines, reduciendo el consumo, la contaminación lumínica y las emisiones de CO2. Ahora le tocará el turno a los monumentos.

La modernización supondrá un ahorro equiparable al consumo eléctrico de 2.400 viviendas de 80 metros cuadrados durante todo un año. Además, se evitará emitir 805 toneladas de CO2 anualmente.

"Se necesitaría una extensión de bosque mediterráneo de 120 islas del Eixample para poder absorber todo ese CO2", señaló este jueves la quinta teniente de alcalde, Imma Mayol, durante la presentación del plan de mejora del alumbrado. Este proyecto ha permitido renovar 7.026 puntos de luz de 200 calles y limpiar, adecuar y modernizar otros 27.449, algunos de los cuales incumplían la normativa. En total, se ha intervenido en un 30% del alumbrado público y se ha mejorado la eficiencia del sistema.

Calles más iluminadas

El plan ha permitido mejorar la iluminación de las calles más emblemáticas, así como de los ejes comerciales y las calles adyacentes. La Rambla, la calle Sants y el Passeig de Gràcia son algunas de las vías en las que se ha intervenido.

Asimismo, se ha mejorado el alumbrado de las calzadas y las aceras de los principales ejes viarios de la ciudad, como la Gran Via, la calle Aragó o la Diagonal. También se ha mejorado la iluminación de la montaña de Montjuïc (se ha pasado de 595 a 890 puntos de luz), tanto de la avenida Maria Cristina (cuya calzada no tenía luz), como del parque, además de otras zonas verdes de la ciudad.