El libro 'Padre Patera' descubre la vida de un "bandolero del siglo XXI" que practica "el evangelio a pie de playa"

Susana Herrera destaca que es "un hombre cuya bandera es el otro" y representa a la Iglesia "en un Estado nada religioso"

La periodista Susana Herrera descubre en la obra 'Padre Patera. Un corazón inabarcable' (Editorial Zumaque) la personalidad del religioso Isidoro Macías, un "bandolero del siglo XXI" que practica "el evangelio a pie de playa" con su ayuda a los más necesitados, entre los que destacan las personas inmigrantes que llegan en patera a la costa de Algeciras (Cádiz).

En una entrevista concedida a Europa Press, la autora, natural de La Línea de la Concepción y que presenta el programa de Canal Sur 'Testigos hoy', destaca que la obra es "una manifestación de fe y ayuda al prójimo e intenta ir más allá de lo mediático, como conocer otras cosas de él que no se conocen, de su infancia cómo la vive y que sorprende porque es la base de su fe y la vida que tiene".

De este modo, resalta, "Isidoro nos ayuda a ser un poco mejores en vez de mirarnos tanto al ombligo y hace ver que hay personas que llegan a otro país exponiendo su vida en una patera e intentan un futuro mejor para sus hijos, porque no han tenido una vida digna". Así, él ayuda a los inmigrantes, es "su propio oficio y se entrega en cuerpo y alma", de modo que "ve en el necesitado al cristo de hoy, como los inmigrantes, y donde se le necesita está él".

No obstante, aunque para unas personas es "controvertido y discutido", para la mayoría es "ejemplar, y más allá de su hábito está él como persona", señala Herrera, quien detalla que ha descubierto "cosas que ni tan siquiera hubiera imaginado", porque es "un hombre de profunda oración, entregado a todos cien por cien y siempre abierto con una sonrisa a quien pega en su puerta".

En concreto, Susana lo describe como "un hombre con la picaresca y alegría andaluza, así como generoso, solidario y cuya bandera es el otro con espíritu libre", aunque "por encima de todo está su evangelio a pie de playa". Además, resalta, representa a una institución que es la Iglesia, "aunque hoy vivimos en un Estado nada religioso".

Así, "perfectamente" se le puede llamar un misionero del mundo moderno, puesto que a "Isidoro se le conoce por lo que hace y lo que es su vida", de manera que es "el bandolero del siglo XXI porque quita a los ricos para dárselo a los pobres", ironiza la autora de la obra.

Además, "su mayor regalo es el día a día", por ejemplo cuando recibe una carta con el agradecimiento de "una persona que no conoce de nada y le da 20 euros"; cuando ganó España el Mundial de Fútbol que "le dejaron un sobre con dinero debajo de la puerta", o cuando sale en los medios de comunicación que "se le llena la nevera ayudado por los demás". De este modo es como "se siente más que recompensado y se da cuenta de que vale para algo lo que él hace".

"si la caridad no empieza por uno mismo no puedes practicarla"

No en vano, "a pesar de algunas críticas que recibe, es el cura que está en la calle caminando con los demás y está presente cuando se le necesita", ayudando a los inmigrantes, personas necesitadas y su propia familia bajo el principio "si la caridad no empieza por uno mismo no puedes practicarla", afirma Susana Herrera.

En este sentido, "por encima de él están los demás, hasta el punto de que un día necesitaba su medicina porque es diabético y no avisó de nada, no le daba importancia y decía que esa enfermedad era suya y ya está", relata la periodista, quien precisa que "para muchos es un santo en vida".

Para documentarse, Herrera ha compartido con Isidoro jornadas de trabajo y dedicación en la casa del Instituto Franciscano de Cruz Blanca en Algeciras, una experiencia que califica de "sorprendente", porque el 'Padre Patera' es "un ser inabarcable, vivaracho, espontáneo y con temperamento, pero también tímido en muchos momentos". Aún así, "me ha tocado y me ha hecho descubrir la labor de los voluntarios, gente cercana a la Iglesia, no sólo prestando ayuda material, sino también colaborando en lo que se necesite".

"un ambiente cercano y divertido"

En la obra intenta "crear un ambiente cercano" nombrando algunos capítulos con títulos de canciones y películas, como 'Cuento de Navidad', 'Solo ante el peligro', 'La misión', 'El lenguaje de las mariposas' o 'Memorias de África', y "así acerco la vida de Isidoro a la gente de un modo divertido, tal y como es él saltando muchos obstáculos en su vida".

De esta manera narra Susana Herrera la vida y obra del 'Padre Patera', Isidoro Macías, un onubense que tropieza con "uno de los fundadores del Instituto Franciscano de Cruz Blanca que le marca en su vida por la labor con personas enfermas, sin casa ni familia y a los que él acoge".

Respecto a esta experiencia, la periodista subraya que ha sido "un privilegio escribir sobre alguien que vive en Algeciras, además de un regalo y una gran suerte encontrármelo en mi camino", a lo que añade irónicamente, "así una piojosa —como conocen coloquialmente a los vecinos de La Línea— ha hablado sobre un especial —los vecinos algecireños—".

Mientras tanto, Susana trabaja ahora en un proyecto con un psiquiatra a raíz de la experiencia vivida con el religioso, "una nueva obra que vaya del dolor al amor, cómo sacar lo bueno de lo malo".

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