Fernando Torres, que ha sido presentado este viernes como nuevo jugador del Chelsea, ha asegurado que fichar por los "blues" ha sido "uno de los grandes trenes que sólo pasan una vez en la vida" y confía en hacer la mejor parte de su carrera con su nuevo equipo.

"Las oportunidades como ésta no sabes si las volverás a tener. Los grandes trenes sólo pasan una vez en la vida", aseguró el delantero de la selección española, que aprovechó para expresar su máximo respeto por la afición del Liverpool, club que dejó esta semana después de tres años y medio.

El traspaso del delantero le costó al Chelsea 58 millones de euros, convirtiéndole en el jugador español por el que más dinero se ha pagado, y su contrato finalizará en junio de 2016.

El exatlético se entrenó con el resto de compañeros desde este miércoles y debutará con el '9' a la espalda el próximo domingo ante el Liverpool, su exequipo. "Solo tengo buenas palabras para lo que es Liverpool, para la ciudad, para la gente, para los aficionados, para los trabajadores, para el club, para mis compañeros. De mí no va a salir nada malo sobre el Liverpool", dijo Torres.

"Creo que si tengo la oportunidad de jugar y de marcar, todo depende mucho del momento, pero no creo que pueda celebrar el gol. Para mí los aficionados del Liverpool merecen todo el respeto del mundo y no creo que lo hiciera", explicó con rostro muy serio.

Su llegada al Chelsea supone, como él mismo ha reconocido, "una oportunidad única de recobrar la ilusión y de luchar por todo" para un jugador que vivió su peor bache la pasada temporada por las dos operaciones de rodilla que lo obligaron a ser baja durante buena parte de la campaña y a sufrir para llegar al Mundial de Sudáfrica.

La idea con la que Torres llega al Chelsea es la misma que rondaba en su cabeza cuando abandonó el Calderón, el 4 de julio de 2007: "el Chelsea me da muchas más oportunidades reales de conseguir lo que siempre he soñado".

No obstante, el campeón del mundo, de 26 años, quiso recordar que el Liverpool es el club que le dio su primera oportunidad de jugar al máximo nivel, después de "muchas decepciones (en el Atlético de Madrid) por no conseguir jugar en Europa".

Fernando Torres, que durante su paso por Anfield ha sido padre de dos hijos, ganador de una Eurocopa (2008) gracias a un gol suyo en la final ante Alemania y campeón del mundo (2010), destacó lo mucho que ha crecido siendo jugador de los "reds".

"Ahora vengo al Chelsea siendo un jugador diferente, sabiendo también lo que es ganar con la selección, siendo más completo y conociendo bien este fútbol", señaló el delantero, al que no le importa en absoluto cómo su entrenador, Carlo Ancelotti, sitúe la plantilla en el campo.

"Me da igual jugar con uno, con dos o con tres. Lo importante es jugar y ayudar a tu equipo", dijo.

Según anunció el técnico italiano, las sesiones de entrenamiento servirán para probar la mejor combinación del equipo, que tiene ahora como delanteros centro a Didier Drogba, Anelka y Fernando Torres.

Por otro lado, Fernando Torres se siente "responsable", aunque no "culpable", por el dolor causado en Anfield con su decisión de unirse al Chelsea, que no le permitió salir del Liverpool como le hubiera gustado.

"Cuando surgió la posibilidad de venir y los clubes comenzaron a hablar, yo les dije claramente lo que quería, les expliqué mi situación, ellos la entendieron, pero lógicamente pelearon por lo suyo", explicó con esa pizca de timidez que le caracteriza.

Cauteloso en sus palabras, Torres simplemente lamentó que todo lo hubieran hecho tan "complicado" hasta el último día. Pero, "al final sucede" lo que había empezado a sonar hace meses, tras el Mundial de Sudáfrica.

"Tomar la decisión fue difícil, pero lo tenía muy claro y vivir los últimos días en la ciudad, cuando todo salió a la luz, fue complicado. Complicado porque te vienen muchas cosas a la cabeza, muchos recuerdos, muchas cosas que agradecer a la ciudad y al club", relataba Torres como si fuera un cuento, de algún sabor entre dulce y amargo, lo que acaba de ocurrirle.

Su mayor pesar es la manera en que dejó el club y la ciudad, de la que se marchó el lunes en el helicóptero del ruso Roman Abramovich -dueño del Chelsea- a cuatro horas escasas del cierre del mercado para finiquitar sus negociaciones y sellar su nuevo contrato en Londres.

"Por supuesto, me hubiera gustado salir de otra manera, sobre todo, creo que jugando tres años y medio de la manera en que he estado, siendo tan feliz y haciendo tan feliz a la gente, me habría gustado más que hubiera sido una salida como la que tuve en el Atlético de Madrid", admitió cabizbajo.