Un proyecto de cooperación con el Centro Universitario de Sancti Spiritus, en el campo de la tecnología aplicada a la agricultura, subvencionado por la Diputación de Sevilla y la Mancomunidad de Municipios del Bajo Guadalquivir, está suponiendo toda una "revolución tecnológica" para la agricultura en la isla de Cuba.

Así lo ha puesto de manifiesto el decano de la Universidad de Sancti Spiritus, Martín Santana Sotolongo, tras el encuentro que ha mantenido con el diputado provincial del Área de Servicios a las Personas Dependientes y Derechos Sociales, Francisco Morales Zurita; con el presidente de la Mancomunidad de Municipios del Bajo Guadalquivir, Antonio Maestre; el director gerente de la misma, José Antonio Navarro; y representantes de la Universidad de Valencia.

Según ha informado la Diputación en un comunicado, se trata de un plan piloto de introducción de motocultores en el municipio de Banao lo que, según ha expresado Martín Santana, "supone un salto cualitativo en la forma de trabajar la tierra, ya que el motocultor realiza un trabajo equivalente a la labor de diez yuntas de bueyes. Santana ha manifestado que los propios agricultores cubanos han mostrado su entusiasmo por los eficaces resultados y productividad de esta experiencia".

De manera ilustrativa, ha explicado que "con la utilización de esta herramienta se consigue una mejora en la preparación de los suelos agrícolas para el cultivo, su utilidad en todo tipo de cultivos, las buenas condiciones en las que se trabaja la tierra y la calidad de la producción que se obtiene".

Tanto el diputado provincial como el presidente de la Mancomunidad, Zurita y Maestre, por su parte, han destacado que con este proyecto se están recibiendo numerosas felicitaciones por parte de la administración cubana, especialmente del Ministerio de Educación Superior, lo que hará posible que "esta cooperación se siga afianzando con el desarrollo de nuevas iniciativas de colaboración que contribuyan al desarrollo socioeconómico en Cuba".