La organización agraria UPA-A ha convocado movilizaciones para el próximo mes de marzo, con el objetivo de "exigir precios justos" para los productos agrícolas y ganaderos al ser ya "insostenible" la crisis de precios "ruinosos" que sufren los agricultores y ganaderos, según ha anunciado el secretario general de UPA-A, Agustín Rodríguez, después del acuerdo alcanzado en una reunión previa mantenida con los secretarios generales de las UPA provinciales.

Asimismo, según ha indicado UPA en una nota, la organización va a iniciar contactos con el resto de organizaciones agrarias para que la manifestación "pueda estar liderada por un frente común andaluz", afirmó Rodríguez.

El secretario general de UPA-A lamenta que la crisis de precios es "generalizada" en todas las producciones agrícolas y ganaderas aunque ha apuntado que "en la ganadería y en el aceite de oliva la situación es ya insostenible".

De esta forma, en el caso de la ganadería, la subida "imparable" de los insumos está provocando que las explotaciones ganaderas "no sean rentables", según ha indicado Rodríguez, que ha lamentado el "aumento imparable" de los piensos, "con un aumento de más del 30 por ciento en el último trimestre", el alza en el gasóleo "con un aumento del 32 por ciento en el último año"; la subida de los fertilizantes, los salarios o el aumento aplicado en la electricidad, que ha significado que "los costes de producción alcancen un nivel insoportable, mientras que el precio percibido por los ganaderos ha descendido o, en el mejor de los casos, se ha mantenido estancado".

Este hecho ha provocado, a juicio de UPA, que "sean muchos los ganaderos que han decidido cerrar sus explotaciones, ante la falta de rentabilidad de las mismas".

De esta forma, se ha pasado de 26.450 explotaciones de ovino y caprino en 2006 a 14.933 explotaciones de ovino y 6.856 de caprino en 2010. En cuanto al porcino, se ha pasado de 14.597 explotaciones activas en 2006 a 12.203 en 2010.

Asimismo, en cuanto al censo de animales, se han pasado de 2.600.711 ejemplares de porcino en 2006 a 2.092.054 en 2010, mientras que en ovino y caprino se ha pasado de 4.331.664 en 2006 en ambas cabañas a 3.458.158 en 2010.

Aceite de oliva

En el caso del aceite de oliva, el dirigente de UPA-A ha apuntado que la situación "no es mucho más halagüeña", ya que "la política abusiva de la gran distribución está imponiendo precios extremadamente bajos a los productores, que están trabajando a pérdida".

"El 65 por ciento de la cuota de mercado de aceite de oliva es de marca blanca", afirmó Agustín Rodríguez, quien reconoció a su vez que "no es posible, por tercera campaña consecutiva, seguir produciendo a pérdidas". Por ello, UPA-A ha reclamado que se tomen de manera urgente las medidas que potencien la "concentración de la oferta" como instrumento para luchar contra la gran distribución.

Considera que el sector del aceite de oliva "no puede soportar más esta situación" y ha recordado que más de 300 municipios andaluces dependen de este cultivo. En ese sentido, ha lamentado que el olivar "sigue perdiendo tejido productivo no solo en la producción sino también en la industria envasadora".

En este sentido habló concretamente de reformar dos leyes, esto es, la Ley de venta a pérdidas y la Ley de Comercio Minorista porque "sin medidas concretas de regulación básica de los mercados, los productores no encontraremos salida a la crisis de precios".

Asimismo, Agustín Rodríguez lamenta que las administraciones "no estén desarrollando medidas concretas para erradicar esta situación" y ha criticado que la Consejería de Agricultura y Pesca "está denunciando y reivindicando los problemas del agro, sin que se esté planteando soluciones". "El documento de 22 medidas aprobado por la Junta se ha quedado en el olvido", ha denunciado Agustín Rodríguez.

Por ello, el secretario general de UPA-A reclama "unos mecanismos básicos de regulación de mercado que nos permitan alcanzar precios justos para nuestros productos", y ha destacado medidas como "la puesta en marcha de un código de buenas prácticas comerciales; la posibilidad de convenir precios mínimos ligados a los costes medios de producción, al menos en situaciones de crisis; o la existencia de contratos homologados eficaces".