El delegado de Gobierno en Cantabria, Agustín Ibáñez, ha elogiado el "sacrificio" y "sentido del deber" de los agentes del cuerpo de Tráfico de la Guardia Civil, a quienes considera "imprescindibles" por su trabajo para mejorar la seguridad en las carreteras.

Ibáñez se ha manifestado así en el acto de entrega de la Medalla de bronce con distintivos azul al Mérito Civil de la Seguridad Vial a los agentes José Pedro Luzano y María del Carmen Caballero, quienes en octubre de 2009 fueron atropellados mientras realizaban un servicio.

Como consecuencia de ese accidente, ambos resultaron heridos y María del Carmen llegó a pasar 30 días en coma. Las secuelas le continúan y le han dejado efectos cognitivos. Además, tiene varias operaciones pendientes y aún tiene que dedicar dos horas y media cada día a rehabilitación.

María del Carmen tiene 35 años, es de León, lleva 18 en el cuerpo y está destinada en Cantabria desde hace cinco años. "Muy emocionada", ha agradecido el apoyo de amigos, familia y compañeros en una situación que "no es nada fácil".

Esta guardia civil sabe que aún le queda "sufrir mucho" en un camino que será "largo", y que incluye aún someterse a varias operaciones. Pero muestra su deseo de "seguir para adelante" aunque "a veces te da el bajón". Con todo, confía en poder superarlo.

Y José Pedro tiene 42 años, es de León y lleva dos años en Cantabria. Este agente se ha mostrado "muy agradecido a todo el mundo" por el apoyo recibido y por este homenaje, y se ha referido especialmente a "los compañeros que están día a día".

Ambos han agradecido el homenaje que les han brindado este martes sus compañeros en la sede de la Comandancia de la 13ª Zona de la Guardia Civil de Cantabria, en un acto al que han asistido un centenar de personas, entre agentes, autoridades y familiares y amigos.

"servir a los demás"

El accidente se produjo el 23 de octubre de 2009 en la A-8, a la altura de Oriñón, donde los dos se encontraban regulando el tráfico. Un vehículo perdió el control y chocó contra la furgoneta de atestados la Guardia Civil, que arrolló a su vez a los dos agentes.

Ibáñez ha recordado como a los pocos días del siniestro les visitó en el hospital, y se ha referido a como en esos momentos se "temía por la vida" de María del Carmen por sus "gravísimas heridas". Y luego se ha referido como, días después, en otra visita, ella le recibió "con una sonrisa" con la que le mostró sus "tremendas ganas de vivir".

Para el delegado de Gobierno, esa actitud "personifica" el "espíritu" de todos los agentes del cuerpo, su "sacrificio" y "alto" sentido del deber", su "misión de servir a los demás", motivo por el cual ha dedicado estas medallas a todos los miembros del cuerpo de Tráfico.

Ibáñez ha ensalzado a los guardias civiles "que cada día salen a la carretera, siendo conscientes del peligro que entraña", que ha hecho que desde 1959 hallan fallecido en accidentes un total de 318 guardias civiles. En Cantabria, la última víctima mortal se produjo en 2006.

Estos agentes son, ha dicho dirigiéndose a ellos, "testigos excepcionales de las tragedias que se suceden en las carreteras" y por eso conocen bien "el dolor" y las "vidas truncadas y familias destrozadas" que provocan los accidentes de tráfico.

Por eso, les ha pedido que continúen con ese trabajo, al considerarles "imprescindibles" por su "esfuerzo" e "implicación social".

Por su parte, el coronel jefe de la 13ª Zona de la Guardia Civil de Cantabria, Justo Chamorro, también ha elogiado el trabajo de los agentes homenajeados y de los miembros del cuerpo de Tráfico.