Liga Árabe: "Esperamos que los países tengan más democracia, la población lo reclama"

  • La Liga Árabe cree que hay "objetivos nobles" en las protestas que se están produciendo en varios países.
  • Piden a los dirigentes que "entiendan la situación".
  • Aseguran que "no hay riesgo" de un giro islamista radical.
Un blindado del ejército resguarda una calle al inicio de una masiva protesta en la plaza Tahrir (plaza de la Liberación).
Un blindado del ejército resguarda una calle al inicio de una masiva protesta en la plaza Tahrir (plaza de la Liberación).
Felipe Trueba / EFE
Un blindado del ejército resguarda una calle al inicio de una masiva protesta en la plaza Tahrir (plaza de la Liberación).

"Esperamos que la situación en Egipto termine de manera pacífica, porque la región necesita mucha estabilidad para afrontar muchos retos en Oriente Medio", asegura Hassime Bouzid, embajador jefe de la misión de la Liga de los Estados Árabes en Madrid, a 20minutos.es, recordando que Egipto es el país árabe con mayor población y la segunda economía más potente de la zona.

Con tacto y sin querer interferir en la política interna de ninguno de los países afectados, Bouzid repasa la oleada de protestas sociales que están produciéndose en muchos países, todos ellos miembros de la Liga Árabe, y que siguen con atención. "Son movimientos populares, sobre todo juveniles, que exigen reformas fundamentales políticas, sociales, económicas y también el establecimiento de la democracia y el respeto a los derechos humanos y libertades públicas", y a ellos les pide "que se expresen de manera pacífica para garantizar la seguridad".

Lo que sí deja entrever el embajador árabe es que en Egipto habrá "cambios" tras esta revuelta. Eso se da por hecho. Y no sólo en Egipto: "Somos optimistas, hay objetivos muy nobles en esas protestas y espero que los dirigentes entiendan la situación". "Esperamos que el mundo árabe tenga más democracia", concluye.

En cualquier caso, "sólo Dios sabe cuál será el próximo país, pero queremos que si la población exige cambios, estos se hagan de manera pacífica".

A pesar de algunas voces en Occidente que alertan de un posible giro hacia el islamismo radical en Egipto tras la posible caída de Mubarak, Bouzid asegura que "realmente no hay riesgo de que así sea, la Liga no lo cree; nadie quiere que todo esto acabe con una espiral de radicalismo religioso".

Otro punto importante es el papel del actual secretario general de la Liga en el conflicto egipcio. Amr Moussa, egipcio y antiguo ministro de Exteriores, ha criticado a Mubarak y se sabe que ha mantenido contactos con los opositores: es uno de los nombres que suenan para un futuro gobierno de transición.

"Moussa tiene derecho a criticar, pero su opinión no es la oficial de la Liga", matiza Bouzid. Y recuerda, que Moussa ya declaró hace unos meses que no volvería  a ser secretario general, así que tras la próxima cumbre -a finales de marzo- tendría las manos libres para volver a la política nacional.

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