El alcalde del municipio malagueño de Benalmádena, Enrique Moya, ha reclamado a Costas la colocación de espigones para evitar daños en las playas y ha añadido que los diques semisumergidos ahorrarían dinero tanto al Consistorio como a Costas.

Moya ha visitado junto al concejal de Playas, Rafael Obrero, las playas del municipio para conocer su estado después del último temporal. Así, según el regidor, se ha constatado la "enorme" pérdida de arena en algunas como Santa Ana y Las Gaviotas, y la llegada de cañas y desechos a la costa.

En concreto, en la playa Las Gaviotas se ha perdido el cien por cien de arena y en la de Santa Ana un 50 por ciento de su anchura, según el Consistorio. Por ello, tanto el alcalde como el edil han reiterado la necesidad de que la Demarcación de Costas ejecute "sin más demora y sin condiciones las escolleras que tan necesarias son para las playas de Benalmádena".

La colocación de estos diques semisumergidos "ahorraría numerosos gastos que se realizan en las playas durante el año, ya que la inexistencia de estas estructuras de contención de cara a los temporales supone que se tengan que redoblar los esfuerzos de la Delegación Municipal de Playas para mantener la costa en las mejores condiciones".

Moya ha argumentado que Costas no tendría que afrontar las reposiciones de arena que realiza cada temporada, incluso dos veces al año, y ello supondría "un ahorro en esfuerzos e inversiones que no serían necesarias si Benalmádena pudiese contar con la posibilidad de proteger sus playas de los temporales".

"Como hicimos el año pasado, trasladaremos esta desastrosa e incomprensible situación a Demarcación de Costas para solicitarles su colaboración en la realización de nuevas actuaciones de regeneración del arenal de estas playas", ha declarado el concejal.

El Consistorio continuará con su trabajo para evitar que los sucesivos temporales "continúen provocando el menor número posible de daños en las playas". En este punto, el edil ha recordado que se está ejecutando un plan de prevención que comenzó el pasado mes de noviembre con el objetivo de evitar que los temporales provoquen muchos daños en estas instalaciones del litoral.

Estas actuaciones se han basado, principalmente, en la retirada del material de playas y en movimientos del arenal en distintas playas "para que el mar no provoque escalones y zanjas peligrosas que deformen su estado habitual".