Los productores del Dark Universe de Universal abandonan el barco

Malas noticias para las dos o tres personas que estuvieran esperando la ocasión de ver a Johnny Depp haciendo del Hombre Invisible, a Javier Bardem como monstruo de Frankenstein o a Russell Crowe apareciendo aquí y allá. Después de la nefasta recepción de La momia protagonizada por Tom Cruise y Sofia Boutella, ahora mismo el cacareado Dark Universe con el que Universal Pictures pretendía recuperar a sus monstruos clásicos en un universo interconectado de filmes está más cerca de desaparecer que de empezar a construirse.

Según publica The Hollywood Reporter, los productores del tinglado, Alex Kurtzman y Chris Morgan, han decidido poner pies en polvorosa y abandonar el barco. El primero se centrará en su faceta televisiva dentro de Star Trek: Discovery y el segundo tiene  trabajo que hacer dentro de la saga Fast & Furious que ayudó a edificar.

Además, el mes pasado el estudio puso en pausa la preproducción de la nueva versión de La novia de Frankenstein que iba a dirigir Bill Condon, con Angelina Jolie y Gal Gadot rumoreadas como candidatas para el papel protagonista (algo de lo que nunca más se supo). La fecha de estreno prevista para 2019 parece descartada en estos momentos.

"Hemos aprendido muchas lecciones a lo largo del proceso creativo del Dark Universe. Ahora estamos considerando estas películas como plataformas para la expresión de sus directores, de modo que cada una transmita su propia visión creativa", ha declarado Peter Cramer, presidente de producción de Universal. Esto lleva a pensar que la idea del universo compartido podría llegar a diluirse hasta desaparecer.

Ahora mismo, Universal tiene que decidir si busca un nuevo tono unitario para su universo monstruoso, o se centra en hacer películas individuales atrayendo nuevo talento creativo (Jason Blum, productor estelar del género de terror actual, parece haber sido mencionado en conversaciones). De momento, el Dark Universe iniciado por La momia tiene todas las papeletas para pasar a formar parte de nuestra ilustre lista de sagas abortadas: primer capítulo y último.