La consejera de la Presidencia de la Junta de Andalucía, Mar Moreno, ha valorado como "muy satisfactoria" la resolución del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que ha desestimado los recursos promovidos por la Federación Andaluza de Promotores Inmobiliarios, Fadeco, el Partido Popular y el Ayuntamiento de Málaga contra el decreto 206/2006 del Consejo de Gobierno por el que se ordena la publicación del Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (POTA) y que introduce una serie de modificaciones en el POTA.

En declaraciones a los medios tras ofrecer un balance de las actividades del 'Año de Blas Infante', Moreno ha señalado que el Partido Popular "se ha llevado un nuevo varapalo en los Tribunales y no ha conseguido imponer el modelo urbanístico de desorden y excesos que desgraciadamente ha generado tantos problemas en el pasado, y que es un modelo que realizan en muchos ayuntamientos donde gobiernan". "Creo que tenemos que hacer todos un esfuerzo para imponer orden, el principio de legalidad, y, por lo tanto, una planificación armónica en el desarrollo de nuestros pueblos y ciudades", añade.

En este sentido, ha manifestado que "eso es lo que quiere impulsar" la Junta de Andalucía con estos planes de ordenación del territorio que "han sido plenamente avalados por los Tribunales pese al intento del PP de volver a otro modelo de excesos y desorden urbanísticos", de los que, ha añadido, "no se derivan nada más que problemas para la ciudadanía, que necesita saber lo que es legal, lo que no, dónde puede invertir, y no tener problemas luego con sus propias viviendas".

Al hilo de lo anterior, la consejera ha destacado "la seriedad y el rigor" con el que trabajan la Junta y el presidente José Antonio Griñán, "frente a la frivolidad del principal líder de la oposición". Así, Moreno ha dicho que Javier Arenas "le recuerda cada día más al emperador del cuento", y que alguien debería decirle que "todavía no ha ganado las elecciones, y que, por lo tanto, deje de pasearse por Andalucía desnudo de ideas, desnudo de propuestas, desnudo de responsabilidad, simplemente preocupado por repartir esos cargos de su Gobierno imaginario".

"La verdad es que empieza a rayar ese ridículo del emperador desnudo que no tenía traje, y solo se puede entender teniendo en cuenta esa obsesión electoral que en este momento le mantiene fuera de la realidad, y muy alejado de los problemas que tiene la gente y de las soluciones que la ciudadanía espera de la política y los partidos", concluye.