«He asumido que soy el pimpampum del Gobierno»

Su despacho es amplio, pero no resiste el escándalo que algunos de sus detractores le formaron a cuenta de los minipisos de 30 metros cuadrados.
.
.
Jorge París
.

BIO Nació en Peraleda del Zaucejo (Badajoz), el 8 de diciembre de 1960. Tiene un hijo. Doctora en Derecho y profesora de Derecho Constitucional, llegó al Gobierno de la mano de Juan Carlos Rodríguez Ibarra, quien la había nombrado en 2003 consejera de Fomento de Extremadura.

La ministra es rocosa. Sabe que siempre estará en el ojo del huracán. Sobre las especulaciones que la sitúan fuera del Gobierno en una próxima crisis ministerial, Trujillo es contundente: «No he escuchado esos rumores».

¿Se puede presumir de que la vivienda sólo haya subido un 12,8% en 2005?

No, al contrario. No es una cuestión de presumir, sino de garantizar que la economía doméstica tenga estabilidad y la nacional también, de que cada vez suba menos.

Que bajen los precios entonces es ciencia ficción...

Los ciudadanos hablan de lo cara que está la vivienda, pero no quieren que la suya baje, sino que siga subiendo y que la que baje sea la del vecino para que sus hijos puedan comprarla. Hay que conjugar los intereses de todos. Para eso hacemos vivienda protegida.

¿Se ha llegado a sentir el pimpampum del Gobierno?

Para nosotros la vivienda es una política de Estado, y cualquier decisión toca muchos bolsillos. He asumido que soy el pimpampum, como si no fuera conmigo.

¿Cuál ha sido su mayor error, llamar soluciones habitacionales a los pisos o proponer viviendas de 30 metros?

Eso fue una manipulación informativa. La expresión «soluciones habitacionales» aparece en los decretos del Gobierno Aznar, y es una terminología del Derecho Romano. Ni anuncié pisos de 30 metros ni era un proyecto para el Plan de Vivienda, pero a raíz de esa manipulación, los ciudadanos lo pidieron, y ahora se han incluido en el Plan como viviendas de alquiler de 30 a 45 metros cuadrados útiles. Se las están rifando las comunidades autónomas. Para un joven que se independiza, con un alquiler barato y en una etapa transitoria, son imprescindibles.

Si la dignidad de la vivienda no se mide en metros cuadrados, ¿en qué se mide?

Cada ciudadano debe poder elegir la vivienda que considere oportuna. De 30 metros, mayor, en propiedad o en alquiler. Hay mínimos, pero todas las políticas de este Ministerio los cumplen.

¿Cuántas veces ha presentado la dimisión?

Jamás en la vida presentaría la dimisión. Porque creo en nuestro proyecto, porque lo estamos haciendo bien y los resultados se están notando y, sobre todo, porque cuando tienes una responsabilidad la tienes que ejercer hasta el final. Las noticias sobre mi dimisión fueron mentira.

¿Se arrepienten de haber prometido 180.000 viviendas anuales?

No. Se están consiguiendo. En el plan de choque incrementamos la cifra en 71.000 viviendas con 1.030 millones de euros. Está ejecutado y el dinero está gastado. Las 180.000 viviendas por año es lo que acabo de firmar con transferencias de dinero a las comunidades autónomas.

¿Dan para mucho los casi 7.000 millones de euros del Plan de Vivienda?

Es más del doble de lo presupuestado por el Gobierno anterior. Se beneficiarán de él 720.000 familias.

La Sociedad Pública del Alquiler costó 6 millones de euros en 2005 y ha gestionado 175 contratos. ¿Demasiado ruido para tan pocas nueces?

Cualquier nuez de este Ministerio hace mucho ruido. Es un proyecto para dinamizar el mercado. Sólo en Madrid hay 10.000 demandantes de vivienda en alquiler que no son atendidos por la Comunidad. En cuatro meses hemos cubierto los objetivos para el primer año: 1.000 contratos intermediados. También entiendo que cuanto más se alquila menos se construye. Ese es otro ruido de las nueces.

En España hay tres millones de pisos vacíos. ¿Por qué se ha descartado la posibilidad de expropiarlos?

Nunca se pensó tal cosa. Quien expropia, por ejemplo, es el alcalde de Madrid, para reformar la parte central de la ciudad. El Gobierno se limita a establecer la causa de la expropiación, como se ha hecho desde hace siglos. El problema surge cuando los afectados son personas mayores con renta antigua, a los que se acosa para expropiarlos, echarles y hacer luego pisos de lujo con los que se lucran unos cuantos.

¿Cómo va a combatir la especulación la futura Ley de Suelo?

Poniendo más suelo para más vivienda protegida. Y se pone más suelo obligando a que en cualquier desarrollo urbanístico un 25% de las viviendas sean protegidas, y garantizando que el suelo que se expropie sea valorado a precio real, no con las expectativas de revalorización. Las plusvalías no se pueden anticipar; deben generarse a medida que un suelo se urbaniza y se edifica. Actualmente, cuando se recalifica un suelo se le da el valor que tendría con la vivienda encima, y eso tiene unos efectos importantes sobre el precio. Con el suelo a su valor real, las viviendas costarán mucho menos.

¿Hay tanto fraude en las ventas de VPO como parece?

El fraude en la vivienda es generalizado, no sólo en la protección oficial. Pero con el nuevo Plan, la calificación de protegida se extiende durante 30 años, en los que no puede pasar al mercado libre. Evidentemente, se puede vender, pero no a cualquiera, sino a quien esté inscrito en el registro de vivienda protegida.

En dos palabras. «No me sonrojan los halagos»

El café, ¿solo, cortado o con leche?

Solo, largo de agua.

¿Cuántos e-mails escribe y recibe al día?

Muchísimos.

¿Se muerde las uñas?

No.

¿Se sonroja si le halagan?

No.

¿Pasaría por el quirófano por estética?

De momento, no, pero los cirujanos plásticos tienen derecho a vivir.

¿Cambia mucho de peluquero?

No.

¿En qué caprichos gasta más dinero?

En el que tenga cuando paso por un escaparate y me gusta algo.

¿Qué libros tiene en la mesilla de noche?

Muchos, pero estoy leyendo La salud de Carlos V.

Sin respirar. «Detesto la deslealtad»

Adora Trabajar para los ciudadanos.

Detesta La deslealtad y la hipocresía.

Teme Que me falle la salud.

Aspira A seguir haciendo lo mismo.

Colecciona Nada.

Una manía No soy maniática.

Un defecto Todos y ninguno.

Una virtud El compromiso con lo que hago.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento