Un estudio del CITA concluye que crecería el consumo de cabrito lechal español si hubiera más en punto de venta

El 'Estudio Integral del Cabrito Lechal Español. Una Propuesta de Indicación Geográfica Protegida y de Calificación', concluye que el cabrito lechal español está bien valorado por la sociedad y que su consumo aumentaría si contara con una mayor presencia en el punto de venta.
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El 'Estudio Integral del Cabrito Lechal Español. Una Propuesta de Indicación Geográfica Protegida y de Calificación', concluye que el cabrito lechal español está bien valorado por la sociedad y que su consumo aumentaría si contara con una mayor presencia en el punto de venta.

Este estudio está financiado por el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA). La investigadora principal es la doctora Begoña Panea del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (CITA) de Aragón, que ha coordinado un grupo de investigadores pertenecientes a la Universidad de Zaragoza, la Universidad de Sevilla, la Universidad de Bragança y del propio CITA de Aragón.

En declaraciones a Europa Press, Panea ha informado de que para esta investigación se han estudiado siete razas caprinas autóctonas españolas. Dos de ellas, la Murciano-Granadina y la Malagueña, como representativas de los genotipos lecheros. Las otras cinco eran razas de aptitud cárnica: Blanca Andaluza, Blanca Celtibérica, Negra Serrana o Castiza, Moncaína y Pirenaica. Las dos últimas, autóctonas de Aragón, se encuentran en peligro de extinción.

Beatriz Panea ha señalado que "en España hay pocas publicaciones sobre la calidad de la carne de caprino porque su importancia en el consumo es limitada" y con este estudio se pretendía ayudar al sector para potenciarlo.

Para ello, a lo largo de la investigación, que se ha prolongado entre 2007 y 2010, se ha sacrificado un total de 192 animales de los que se ha caracterizado su canal y su carne, además de la realización de encuestas a todo el sector, desde el productor al consumidor final, sobre la carne de cabrito y cómo se mueve en España.

Es reseñable que Portugal, con una producción de carne menor que la española, tiene cinco Indicaciones Geográficas Protegidas, mientras que en nuestro país sólo hay dos. Ello se debe en parte a que el ganado caprino no ha gozado en España de la consideración que han tenido otras especies, como el ovino.

Una vez concluido el estudio, los resultados se han presentado al sector en Málaga y está previsto volver a hacerlo en Zaragoza en unos meses. La investigadora ha informado de que los primeros resultados indican que las zonas de producción no coinciden con las de comercialización y consumo, que la venta es muy estacional y que pocos mayoristas están preparados para comercializar en piezas.

Asimismo, los resultados analizados sugieren que la raza es un factor importante de variación de las calidad de la carne de cabrito, mientras que el tipo de lactancia (artificial o natural) tiene un efecto moderado y el efecto peso de sacrificio es poco importante, "posiblemente porque el cabrito se sacrifica pronto y no le da tiempo a ganar un peso excesivo".

Por otra parte, la carne del cabrito lechal español está bien valorada por los consumidores. De hecho, un porcentaje elevado de ellos consumiría más carne de cabrito si la encontrasen habitualmente en los puntos de venta, lo que representa una oportunidad para el sector "porque la venta es muy estacional y su precio es caro, lo que la hace difícil de encontrar".

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