Tribunales-Un hombre acusado de violar a su expareja e intentar matarla ante su hijo de 8 años dice que "nada es cierto"

La mujer ha explicado que le cogió, le tiró encima de la cama y luego intentó asfixiarla con una almohada, lo que le dejó casi inconsciente

Un hombre acusado de violar a su expareja sentimental y de intentar matarla tras asfixiarla con una almohada en presencia de su hijo de ocho años en una caravana del municipio valenciano de Albalat dels Targongers ha afirmado durante su declaración en la sección primera de la Audiencia Provincial de Valencia que "nada es cierto".

La vista ha comenzado con un pequeño enfrentamiento entre la víctima y su letrada, ya que la primera aseguraba que ésta no le había notificado el día del juicio ni la hora, y que se había despreocupado de ella completamente. Así, ha desistido de ella, por lo que no ha habido acusación particular en la causa.

De esta manera, la única acusación ha sido la del ministerio fiscal, que en su escrito de calificación provisional ha pedido un total de 23 años de prisión para el hombre por un delito de violación; otro de homicidio en grado de tentativa; uno más de maltrato en el ámbito familiar; y dos delitos de quebrantamiento de condena.

El hombre, condenado anteriormente por un delito de lesiones en el ámbito familiar, tenía impuesta una orden de alejamiento contra su expareja y el hijo de ésta, de ocho años. La medida finalizaba el 5 de febrero de 2012, con lo que en el momento en que tuvieron lugar los hechos, en el mes de junio de 2009, el hombre tenía vigente la prohibición.

El acusado se ha declarado inocente en todo momento y ha reiterado que "nada" de lo que se le acusa es verdad. Así, ha explicado que las ocasiones en las que se ha reunido con la víctima tras estar en vigor la orden de alejamiento "han sido consentidas". De hecho, ha indicado que era ella la que le ofrecía ir a su casa a ducharse o a comer porque "estaba en la calle". Luego, cuando discutían, le tiraba, según ha dicho.

El día en que tuvo lugar el incidente, el 18 de junio de 2009, el hombre ha indicado que acudió a casa de la víctima —una caravana ubicada en un huerto de Albalat— y llamó a la puerta. Ha dicho que no recuerda muy lo que pasó pero ha indicado que no golpeó ni violó a su expareja.

Sin embargo, según ha relatado la víctima, el acusado de presentó en la caravana y tras arrancar la puerta, se dirigió a ella y le quitó el teléfono que estaba utilizando para avisar a la Guardia Civil de su presencia. Luego le tiró encima de la cama y le intentó abrir las piernas.

En ese momento, ha explicado que le dijo a su hijo, que estaba delante presenciando los hechos, que fuera al pueblo a pedir ayuda. Tras violarla, y al regresar el menor, el hombre cogió un cojín e intentó asfixiarla, tal y como ha relatado. Luego se fue, antes de que llegara la Guardia Civil. "Casi pierdo el sentido, creía que me moría", ha indicado.

Luego llegaron los agentes, "bastante después", ha lamentado la mujer, y seguidamente se fue al hospital junto a su hijo. Una vez allí ha comentado que se encontró otra vez con su expareja y que le tuvo que rogar que dejara que le atendieran, y le prometió que no le iba a denunciar. "En ese momento no podía casi ni hablar", ha señalado.

A este respecto, el hijo de la mujer, que ahora tiene 10 años, ha afirmado que pudo ver cómo el acusado discutía con su madre y, tras ello, le quitó algo de ropa e "intentó violarla". Al ser preguntado hasta en cinco ocasiones por el término "violar" al menor, éste ha dicho que vio como el hombre "intentaba abrir las piernas" a su madre, y entonces se fue a pedir auxilio.

Ha indicado que al no encontrar a nadie en el pueblo ni en la Policía, regresó a casa y vio como el hombre intentó asfixiar a la mujer. En ese momento, ha contado que se fue a buscar un objeto de metal para golpear al hombre, pero sólo encontró un palo. Ha dicho que no llegó a usarlo porque el acusado desistió de su actitud. "No le pegué porque vi que se iba", ha señalado.

"afección psicológica"

Uno de los agentes que ha acudido a prestar declaración por este asunto ha indicado que antes de que ocurrieran estos hechos ya conocían a la mujer por otros avisos de violencia de género. Ha indicado que tenía síntomas de afección psicológica porque iba al cuartel y daba unos avisos que "no tenían mucha coherencia".

Respecto al día de los hechos, ha explicado que cuando llegaron, la mujer les recriminó por haber tardado y luego les dijo que su marido le había violado. Sin embargo, ha indicado que ellos no le vieron ningún síntoma, ni lesiones ni marcas. "Y cuando a una persona la violan, debe tener síntomas de violencia", opina.

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