El acusado de retener y agredir a su ex novia en Rus se declara inocente y dice que fue un accidente

El acusado de retener y agredir a su ex novia en octubre de 2009 en Rus (Jaén) se ha declarado inocente de los delitos que se le imputan y ha afirmado que las lesiones que sufrió la joven fueron consecuencia de un accidente, de un "acto reflejo" por el que la empujó para evitar que siguiera golpeándolo con el móvil con la mala suerte de que cayó de cara en un bloque de hormigón.

El acusado de retener y agredir a su ex novia en octubre de 2009 en Rus (Jaén) se ha declarado inocente de los delitos que se le imputan y ha afirmado que las lesiones que sufrió la joven fueron consecuencia de un accidente, de un "acto reflejo" por el que la empujó para evitar que siguiera golpeándolo con el móvil con la mala suerte de que cayó de cara en un bloque de hormigón.

Así lo ha explicado J.C.M.V. al tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Jaén en la vista oral que se celebra este martes y a la que han acudido familiares y vecinos de ambos jóvenes para mostrarles su apoyo, que se ha hecho especialmente visible en las camisetas con la frase 'justicia para Juan Carlos', que llevaba un nutrido grupo de allegados al muchacho, y en las tarjetas rojas que han sacado los conocidos de la víctima para mostrar su repulsa a la presunta agresión.

Según ha indicado el procesado, había mantenido una relación de varios años con la joven que acabó en septiembre de 2009 y ella se lo tomó "muy mal" y le había dicho que su madre "tenía que llorar lágrimas de sangre". En cualquier caso, se siguieron viendo posteriormente y el día de los hechos, el 18 de octubre, quedaron en verse sobre las 21,00 horas en los cines de un centro comercial de Úbeda, donde ella llegó con un primo y su novia.

Ha relatado que ambos fueron a un 'kebab' mientras que el acusado y su ex pareja fueron a una pizzería y comieron solos en un parque, donde luego la recogió su primo para regresar a Rus, a donde él se fue en su coche. No obstante, tanto la víctima como los otros dos jóvenes lo niegan.

Una vez en su pueblo, J.C.M.V. ha sostenido que nunca pasó por el Pub Lokian ni metió a su ex novia a la fuerza en el vehículo, si no que quedaron cerca de las piscinas de Rus. Ella llegó después con su primo. "Al ver que no bajaba del coche decidí irme y cuando me iba me dijo que parase. Ella bajó sola, su primo pasó de largo y ella se montó en el coche. Pidió ir a un sitio tranquilo y fuimos al recinto ferial", ha añadido.

"acto reflejo"

Allí, según ha declarado, sonó el teléfono de la muchacha y "en tono de broma" preguntó e intentó ver quién era, algo que ella se tomó mal y "empezó a golpearme con el móvil en la cara". "Ella me estaba golpeando y fue un acto reflejo, salió solo", ha comentado en relación al "empujón" que le dio "con la mala suerte de que se rompió la boca", una caída que, en su opinión, justifica las lesiones, insistiendo en que nunca la cogió por los pelos, ni le pegó ni la tiró al suelo. "No pegué ningún puñetazo. No soy capaz de hacer eso a una mujer", ha asegurado.

Después, según ha precisado, la levantó del suelo, la ayudó a limpiarse con una servilleta y le ofreció llevarla al hospital, pero la joven rehusó y "de repente se fue, diciendo que me iba a denunciar, insultándome". Entonces él se dirigió a Linares no huyendo, si no con la intención de contar lo ocurrido a su tío y entregarse voluntariamente en la Comisaría. Fue interceptado en un control rutinario de la Guardia Civil y detenido al tener conocimiento los agentes de los hechos que presuntamente habían ocurrido.

La versión de la víctima, no obstante, es contraria a la del presunto autor de la agresión y se ha ratificado en la que mantiene desde el día de los hechos: tras verse con su ex novio en Úbeda, su primo la dejó en la puerta del Pub Lokian de Rus y en una calle cercana estaba él. Se dirigió hacia ella "con la intención de hablar", pero casi no hubo tiempo, ya que la llamaron por teléfono, preguntó quién era y ante su negativa a mostrar quién era, "le pegó un guantazo, la agarró del brazo, la metió por la fuerza en el coche y echó el cierre centralizado".

Sufrió un "palizón"

Condujo hasta las cercanías del recinto ferial, pero no pudo salir del vehículo. Al llegar, intentó escapar, pero comenzó a pegarle patadas y puñetazos que repitió en el exterior cuando pudo salir corriendo y él la alcanzó. "Me pegó un palizón", ha destacado la víctima para relatar que mientras tanto la insultó y amenazó con rajarle la cara, haciendo hincapié en que "si no me escapo, él me hubiera matado".

Logró huir, según ha afirmado, cuando J.C.M.V. se acercó al coche y ella aprovechó para salir corriendo por una zona por la que no podía acceder el vehículo para refugiarse en la casa de un tío suyo. Como consecuencia de la agresión, sufrió numerosas lesiones, como contusión en boca con fractura y pérdida de tres piezas dentales, síndrome cervical postraumático y fractura de espina nasal anterior, además de daños psicológicos por los que sigue en tratamiento.

La joven, además, ha asegurado que no era la primera agresión que sufría, pero siempre había puesto excusas "para intentar justificarlo, protegerlo" y ha relatado un episodio de violencia de vacaciones en Almería así como otro en septiembre de 2009 en el Pub La Señal —ratificado, asimismo, por dos testigos— y por el que el procesado también está imputado.

Por todo ello, el joven se enfrenta a penas de entre casi 14 y 16 años de cárcel que el Ministerio Público y la acusación particular, respectivamente, han solicitado en sus calificaciones provisionales por delitos de detención ilegal, lesiones, amenazas y maltratos.

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