La cifra de ciudadanos afectados por los retrasos de hasta 30 minutos en las líneas de Cercanías de Renfe en Barcelona este martes ha sido de 400.000. El director general de viajeros de Renfe, Enrique Urquijo, ha calificado de "sinvergonzoneria" y de "huelga encubierta" lo sucedido.

A pesar de estos calificativos, Renfe ha admitido el "colapso" en la circulación, aunque ha acusado de nuevo a los maquinistas de incumplir sus horarios y de no presentarse a trabajar, hecho que se ha traducido este martes en 38 trenes suprimidos.

La Generalitat ha abierto un expediente informativo a Renfe para conocer las causas que han provocado retrasos de hasta una hora desde este lunes en el servicio de Rodalies. Según fuentes de la Conselleria de Territorio y Sostenibilidad, la Generalitat quiere depurar responsabilidades y para ello ha pedido a Renfe que en un plazo máximo de 24 horas entregue un informe en el que se detallen los hechos acontecidos y sus responsables si éstos han sido identificados, así como las medidas adoptadas por el operador con el objetivo de restablecer el servicio y las acciones informativas de cara a los usuarios.

El secretario general de Transportes de la Generalitat, Ricard Font, ha asegurado que la situación actual no se puede permitir, y ha sostenido que el problema es de Renfe con sus trabajadores y que la Generalitat está intentando garantizar el servicio, lo que es su competencia.

Ha recordado que se trata de un conflicto que afecta únicamente a Catalunya porque el mismo convenio de los maquinistas no comporta afectaciones de este tipo en el resto del país, y ha calificado la situación de huelga encubierta, por lo que ahora hace falta saber cómo se pueden establecer unos servicios mínimos.

Para producir un menor impacto sobre los usuarios, la Generalitat se ha puesto en contacto con los operadores de autobuses para establecer servicios alternativos, pero Font ha señalado que no se podrán fijar hasta que no sepan exactamente las afectaciones.

Font también ha pedido a Renfe que devuelva los billetes a todos los ciudadanos afectados, sea cual sea el retraso, ya que, a su juicio, cualquier retraso debe comportar el retorno del billete.