Los centros de acogida de Palma a personas 'sin techo' permanecen llenos ante una de las noches más frías del invierno

Los diferentes centros de acogida de Palma dirigidos a personas 'sin techo' permanecen llenos ante una de las noches más frías del invierno en la que se espera que no se supere la temperatura de un grado, razón por la cual, estos albergues prevén acoger a más personas que pernocten en la calle y que sean detectadas por la Unidad Móvil de Emergencia e Inclusión Social (UMES) de la Cruz Roja.
Mendigo durmiendo en las calles de Madrid
Mendigo durmiendo en las calles de Madrid
EP/AYUNTAMIENTO DE MADRID
Mendigo durmiendo en las calles de Madrid

Los diferentes centros de acogida de Palma dirigidos a personas 'sin techo' permanecen llenos ante una de las noches más frías del invierno en la que se espera que no se supere la temperatura de un grado, razón por la cual, estos albergues prevén acoger a más personas que pernocten en la calle y que sean detectadas por la Unidad Móvil de Emergencia e Inclusión Social (UMES) de la Cruz Roja.

En declaraciones a Europa Press, un responsable de la Casa de Familia, gestionada por Cáritas, ha informado de que el centro, con capacidad para 70 personas, está completo, debido a la actual situación económica, si bien siempre están reservadas cinco plazas más para albergar a aquellas personas que duerman en la calle en noches muy frías y que sean recogidas por los voluntarios de la Cruz Roja.

En igual situación se encuentra el Centro para Inmigrantes Turneda, ubicado en Camí de la Real, número 3 y gestionado por la Cruz Roja, ya que, en estos momentos, según ha confirmado una de sus responsables, están llenas sus 50 plazas, aunque también hay reservadas otras cinco camas más de emergencia para acoger a extranjeros extracomunitarios que duerman en la calle.

Por su parte, otro de los centros dedicados a la acogida de personas 'sin techo', Sa Placeta, gestionado por Proyecto Hombre, también tiene completas sus 60 plazas, si bien éstas van únicamente destinadas a personas que tengan problemas con el alcohol o que sean drogodependientes.

Respecto a la Casa de Familia, el citado responsable ha manifestado que, en general, siempre están llenas las 70 plazas, hasta el punto de que hay una lista de espera, lo que, a su juicio, pone de manifiesto la "falta de recursos" existente en la capital balear para las personas sin hogar, por lo que ha considerado que debería haber más albergues de este tipo.

Por otro lado, ha detallado que la mayoría de los usuarios son mayores de 40 años, mientras que el límite de edad para poder pernoctar en este centro son los 65 años, ya que aquellas personas que superen esta edad se las deriva a una residencia de ancianos.

Asimismo, ha informado de que cuando una persona entra al centro, se la deriva a los centros de orientación, con el fin de saber si se trata de alguien con un perfil laboral, para enviarlo al Servicio de Acogimiento y Promoción Sociolaboral (SAPS), o si se trata de una persona con problemas psiquiátricos o con algún tipo de adicción.

Sin límite de tiempo para usar los centros

Así, en función de ello, se trabaja de una u otra manera con esta persona, de modo que no hay límite de tiempo para que permanezca en el centro. Actualmente, el 80 por ciento de los usuarios son hombres, frente al 20 por ciento de mujeres.

Muy similar es el funcionamiento en el Centro para Inmigrantes Turneda, donde tampoco hay límite de tiempo para utilizar este servicio, donde se ofrece a los extranjeros orientación laboral y se les deriva a otros recursos del Consell de Mallorca o del Ayuntamiento de Palma.

La diferencia con la Casa de Familia es que en este centro sólo acogen a personas que estén en condiciones de poder trabajar, por lo que la edad más habitual del usuario es entre 25 y 40 años y sin ningún tipo de adicción al alcohol o las drogas, ni ningún tipo de enfermedad que le permita incorporarse al mercado laboral. Actualmente, no hay ninguna mujer en este centro.

Mientras, Sa Placeta únicamente acoge a personas que tengan adicción al alcohol o las drogas, si bien se las exige que no consuman dentro del centro, ya que, en caso contrario, serán expulsados de manera temporal, aunque siempre tendrán las "puertas abiertas", según ha informado a Europa Press el portavoz de Proyecto Hombre, Lino Salas.

"El objetivo es acoger a drogodependientes activos, para que tengan un techo donde dormir y poder desayunar, al tiempo que se les crea un clima de motivación para quienes quieran dejar las drogas, con el fin de que pasen inmediatamente a hacer algún programa de Proyecto Hombre, como el de metadona, o el programa libre de drogas", ha explicado Salas, quien ha destacado el hecho de que algunos usuarios ya han conseguido el alta terapéutica, mientras que otros aún están en tratamiento.

El perfil de los usuarios de este centro son drogadictos crónicos, que llevan más de quince años con la adicción, tienen entre 30 y 40 años y la inmensa mayoría es residente de Baleares, aunque ha roto los vínculos con su familia. Por su parte, únicamente entre un 10 y un 15 por ciento es mujer.

Salas ha destacado que uno de los problemas que se encuentran los educadores en el centro es que una gran mayoría padece trastornos mentales, debido a la utilización reiterada de las drogas, lo que dificulta en ocasiones su incorporación a un programa de Proyecto Hombre para abandonar su adicción.

Precisamente, esta tarde a las 21.00 horas, el Teatro Principal de Palma acoge un concierto de 19 corales de la Federación de Corales de Mallorca, con el fin de recaudar fondos económicos para esta entidad. Además del precio de la entrada, que irá íntegramente a Proyecto Hombre, la SGAE se ha comprometido a no cobrar los beneficios de este evento.

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