El tribunal ha condenado a Abdelghani E. a un año de cárcel por un delito de coacciones, a pagar una multa de 360 euros por una falta de lesiones y una falta de imprudencia leve con resultado de lesiones, a que indemnice a la víctima con 80.180,15 euros, y le ha retirado el permiso de conducir durante nueve meses.

El Ministerio Fiscal había pedido una pena de nueve años de prisión por un delito de homicidio en grado de tentativa y cinco años de cárcel más por otro de detención ilegal. De forma subsidiaria, reclamaba para el acusado un año de prisión por un delito de maltrato, un año de cárcel por otro de coacciones y cuatro meses por un delito de imprudencia grave.

La sentencia considera probado que el 12 de mayo de 2008 el acusado, que había mantenido una relación de amistad y pareja, sin convivencia y de forma esporádica, con la víctima, acudió al domicilio de la mujer para salir juntos, a lo que ella accedió voluntariamente.

Así, ambos marcharon en coche hacia un lugar apartado de Redován (Alicante), donde estuvieron varias horas consumiendo cervezas, hasta que, de madrugada, ella le pidió que la llevara a casa, situada en Orihuela (Alicante).

En lugar de eso, el procesado la condujo hasta un barrio de la pedanía oriolana de San Carlos, donde le pidió que mantuviera relaciones sexuales con él, a lo que la víctima se negó, lo que motivó que el acusado la agrediese con un objeto punzante y le causara diversos pinchazos en la parte superior del tórax.

La víctima solicitó a Abdelghani E. que la llevara a su casa o a un centro de asistencia médica, por lo que el procesado se dirigió con el vehículo a la a A-7, en dirección Alicante, donde, a la altura de Crevillente (Alicante), perdió el control del coche, por la situación tensa y de discusión que mantenían, se salió de la calzada y se precipitó desde un puente.

Delito de coacciones

La sala entiende que de los hechos se desprende que el acusado es autor de un delito de coacciones, ya que se negó a conducir a la perjudicada a su casa, pero que no cometió una detención ilegal, puesto que pasó "escaso tiempo" entre la negativa y el accidente de circulación sobrevenido, dada "la corta distancia recorrida" y al no poder apreciar un "propósito de privar de la libertad" a la víctima.

Tampoco aprecia el tribunal un delito de maltrato en los hechos, puesto que considera que las lesiones en la parte superior del tronco sufridas por la mujer son una falta de lesiones, ya que "no se puede asimilar la relación entre ambos como análoga a la matrimonial, por su carácter transitorio y ocasional".

Del mismo modo, tampoco entiende la sala que se produjera un intento de asesinato, puesto que atribuye el accidente a una distracción y no a la intención del acusado de matar a su expareja, tal y como esta sostuvo en su declaración policial y ante el juzgado de instrucción, pero no en la celebración del juicio, donde indicó que el procesado le dijo "sólo uno de los dos vivirá" cuando le hirió con un objeto punzante, y no momentos antes de precipitarse por el puente, como había mantenido hasta ese momento.