La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos UPA-Uce Extremadura ha criticado que la "subida desmesurada" en el precio de los piensos "pone en peligro" la viabilidad de las explotaciones ganaderas.

Para la organización profesional agraria, la situación por la que atraviesa el sector en la región es "crítica" y está motivada por los bajos precios a los que sigue vendiendo sus productos y la subida de los costes de producción, fundamentalmente del precio de los piensos.

El secretario general de UPA-Uce, Ignacio Huertas, acompañado por el coordinador de sectores ganaderos de la organización, Antonio Prieto, ha destacado que, en el último trimestre de 2010 y en las semanas de 2011, la subida media del precio del pienso ha estado entre el "25 y 30% con carácter general".

Según han expuesto, esta subida no ha beneficiado a los agricultores cerealistas, puesto que se ha producido cuando éstos ya habían vendido sus cosechas, pero ha hecho que "unos cuantos especuladores estén haciendo el agosto" y "tienen en una situación muy crítica a miles de explotaciones ganaderas en Extremadura, España y en toda Europa", ha destacado Ignacio Huertas.

Como ejemplo, ha mencionado que a un ganadero le ha supuesto cebar a un cerdo en estos últimos meses un incremento de entre 25 y 30 euros como consecuencia de la subida del precio del pienso; para un ternero el aumento ha sido de más de 60 euros; en el caso del cordero, más de 4 euros por animal; para un pollo, una subida de 38 céntimos, y producir un litro de leche de cabra le ha supuesto un aumento de 6 céntimos por litro, según ha informado UPA-Uce en nota de prensa.

En términos generales, los costes de producción para el sector ganadero extremeño se han incrementado en más de 13 millones de euros hasta diciembre de 2010, como consecuencia del encarecimiento de los piensos.

Pero esta subida de costes los ganaderos no la han podido repercutir en el precio de sus producciones porque por una parte ha recordado la "debilidad" que tienen los ganaderos en la posición negociadora con respecto al resto de la cadena alimentaria, que está haciendo que las diferencias en los márgenes comerciales sean cada vez mayores.

"Así, los ganaderos siguen cobrando lo mismo por sus productos pero cada vez tiene que hacer frente a mayores costes de producción, mientras que los consumidores cada día pagan más", ha asegurado.

Por otra parte, hay que tener en cuenta la "competencia desleal" que sufre el sector de importaciones de carne de países terceros, "que no se les obliga a producir en las mismas condiciones que a los ganaderos europeos, pero sus productos vienen a competir y cada vez ocupan un mayor porcentaje en el mercado europeo de la carne".

Con esta situación, el sector ganadero en Extremadura, que supone un sector estratégico para la región, con más de 25.000 explotaciones y que genera unos 30.000 empleos directos, está en una "situación crítica" y miles de explotaciones podrían desaparecer si no se toman medidas, sobre todo en el caso del porcino y el vacuno, que son los sectores que más pienso consumen.

Por todo esto, desde UPA-Uce cree que hay motivos "más que suficientes" para salvar a la ganadería extremeña y, para ello, exigimos que, dentro de la Política Agraria Común (PAC), se introduzcan mecanismos de mercado, "eficientes y flexibles", en el sector de la ganadería; utilizar todos los mecanismos de mercado disponibles para aliviar la crisis actual en los sectores ganaderos; y poner en marcha instrumentos de mercado que garanticen un suministro adecuado de cereales para la alimentación animal.

Además de la introducción de un Plan de proteínas para la UE que fomente el cultivo de plantas proteicas y leguminosas, que además podrían tener un efecto beneficioso en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero; reforzar en la nueva PAC las medidas destinadas a apoyar al sector ganadero situado en zonas desfavorecidas; y dotar a la UE de un instrumento que permita predecir las tendencias de los mercados mundiales.

También es necesario evaluar el impacto económico de la introducción de las nuevas normas sobre bienestar animal y aplicar adecuadamente las normas vigentes, tanto generales como específicas, antes de elaborar nuevos actos legislativos. Y para animales monogástricos es necesario eliminar la prohibición de utilizar proteínas transformadas para pienso, es decir, las harinas cárnicas.

Por otra parte, es preciso introducir modificaciones legales que tiendan a reequilibrar la capacidad de negociación de los diferentes agentes de la cadena agroalimentaria, en especial restablecer el poder negociador de la producción, eslabón más débil de dicha cadena.

Por ello, la futura Ley de Calidad Agroalimentaria debe permitir la negociación colectiva en el seno de las organizaciones interprofesionales agroalimentarias. Pedimos el refuerzo de la negociación colectiva en el seno de las Interprofesionales como forma de reforzar el papel de los ganaderos en la cadena cárnica.

La nueva Ley debe perseguir las prácticas abusivas que la distribución está realizando.

Por últimos, solicitamos medidas fiscales tales como la reducción de los módulos de IRPF para los sectores ganaderos; la reducción de las tasas ganaderas y el adelanto de las ayudas de la PAC, así como nuevas medidas de apoyo para el sector ganadero a través del Artículo 68. Todo ello junto a otras medidas de refinanciación para la deuda del sector ganadero.

UPA-Uce Extremadura hará llegar todas estas propuestas a la Consejería de Agricultura y Desarrollo Rural en una reunión que solicitará al consejero, Juan María Vázquez.