En respuesta a las acusaciones vertidas desde la Asociación en Defensa de la Atención a la Anorexia Nerviosa y la Bulimia (Adaner), que ha denunciado que desfilaron jóvenes con la talla 34, Solana, que ya ha tenido ocasión de hablar con los responsables de esta organización, manifestó que Pasarela Cibeles respeta las recomendaciones aprobadas por el Senado en 1999, que aconsejan que no desfilen modelos de talla inferior a la 38.

Sin embargo, en la última edición de Cibeles, pudo verse a algunas modelos que llevaban la ropa de ciertos diseñadores cogida con alfileres, ya que le quedaba grande.

De hecho, en el programa "El buscador de noticias", algunas modelos reconocieron en el backstage, sin inhibiciones, usar tallas por debajo de la 38.

En declaraciones a la prensa, Solana señaló que, para desfilar en Cibeles, a las modelos se les exige "profesionalidad y buen tipo", pero sobre todo "que transmitan imagen de salud", y recalcó que la talla 34 "no existe apenas en el mercado" y que, por eso, "los diseñadores no la llevan a las pasarelas de moda".

La directora cree que, "de ningún modo", las profesionales que participan en estos certámenes de moda puedan ser un ejemplo nocivo para las adolescentes, y rechaza que el modelo imperante de belleza sea el de una mujer extremadamente delgada.

En su opinión, el canon actual "es el de las modelos que vemos en Pasarela Cibeles, y no son extremadamente delgadas, ni mucho menos". A los "castings" de modelos, comentó la directora de Pasarela Cibeles, ha llegado "en alguna ocasión, pero no este año, alguna chica a la que hemos dicho que no podía participar porque estaba demasiado delgada".

Las encargadas de lucir en la última edición de Pasarela los trajes para el próximo otoño-invierno "tenían una proporción media de 85-60-90" y una media de altura superior a 1,75 metros, según explicó Solana, quien destacó que durante la semana pasada las pudo ver comer "y comen de todo, judías, lentejas, garbanzos...".

No obstante, recalcó que es imprescindible "tener buena figura" para participar en los desfiles, de modo que "si antes del verano una chica ha engordado, ella es la que tiene que decidir si quiere bajar a una talla 40". En este sentido, Cuca Solana consideró que las modelos que desfilaron en Cibeles "estaban perfectamente proporcionadas, tal y como se pudo ver en todos los pases, incluyendo el de ropa interior de Andrés Sardá".

Cuca Solana dijo que "mientras en Milán, París o Londres desfilan jóvenes desde los 13 años, en Madrid siempre son chicas a partir de 17 y, sobre todo, de 18 años". "Desde IFEMA y desde Pasarela Cibeles, lo único que podemos hacer cuando aparecen en los medios de comunicación cosas que no son ciertas es, por Cibeles, por las modelos y por la moda del país, salir a desmentirlas", concluyó.

Por otro lado, Solana llamó la atención sobre el cuidado que pone Pasarela Cibeles en fomentar la salud, ya que "a la hora de elegir patrocinadores no escogemos a aquellos que sean de productos dietéticos o adelgazantes"