La provincia de Cuenca registró en 2010 dos denuncias por agresiones a médicos, según un informe realizado por los secretarios de los Colegios de Médicos del país. Así, el nivel de agresiones a facultativos supone un 1,5 por ciento en Cuenca.

En rueda de prensa, el presidente del Colegio de Médicos de Cuenca, Carlos Molina, ha señalado que el nivel de agresiones en Cuenca es bajo pero "es sólo la punta del 'iceberg'" porque en muchos casos, los agredidos no denuncian.

Ha remarcado igualmente que el hecho de que sólo se hayan denunciado dos agresiones "no significa que haya habido sólo dos porque hay más agresiones pero los profesionales no quieren llegar a denunciar". ESPAÑA

Según los datos del estudio, en España ha habido 451 agresiones; el perfil de los agredidos es de profesionales de entre 46 a 55 años, sin apenas diferencias por sexos. Sí hay diferencias entre la sanidad privada y la pública, siendo esta última en la que más casos de agresión se registran.

A propósito de las áreas más problemáticas, la peor parte se la llevan los profesionales que trabajan Atención Primaria, seguidos de los de Urgencias hospitalarias y extrahospitalarias.

Por su parte, el perfil del agresor es siempre similar. Pacientes "normales" que en pocos casos pertenecen a grupos marginales; los ataques se dan por igual por parte de pacientes como de familiares de los propios pacientes. La discrepancia en el diagnóstico y la negativa a expedir recetas para medicamentos concretos suelen ser las principales causas de los enfrentamientos.

Conclusiones extrapolables

Según Molina, las conclusiones de este estudio son extrapolables a la sanidad conquense. De hecho, las dos agresiones denunciadas en la provincia el año pasado fueron padecidas por dos mujeres; una tuvo lugar en Atención Primaria y la otra en Urgencias. El presidente del colegio conquense ha alertado también de que en muchos casos las agresiones no se denuncian "porque son vecinos o por miedo".

Por otra parte, Carlos Molina ha anunciado que en febrero firmarán previsiblemente un convenio a nivel regional con la Fiscalía General de Castilla-La Mancha para que los fiscales se impliquen en esta causa y vean las agresiones a médicos como atentados.